HISTÓRICOS DEL PSC AMENAZAN CON REFUNDAR EL PSOE PARA FRENAR LA DERIVA NACIONALISTA

 

 

Batería de críticas de las corrientes minoritarias, que exigen renegociar el pacto PSC-PSOE para recuperar la ideología de la izquierda no nacionalista en Cataluña

 

 

 

 Reportaje de   Á. MARÍN/I. ANGUERA/ Á. G. ABAD en “ABC” del 28.11.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el reportaje que sigue para incluirlo en este sitio web.



No están dispuestos a callar más. Algunos destacados militantes del PSC -reunidos en la redacción de ABC en Barcelona- han alzado sus voces para reclamar a Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat y del PSC, y José Montilla, ministro de Industria y primer secretario del partido, que abandonen «el discurso nacionalista» para evitar la ruptura definitiva entre la élite y las bases socialistas. La «barbaridad» de las propuestas del Estatuto catalán, junto a la prioridad de las políticas de identidad por encima de las de izquierda por parte del tripartito, han colmado la paciencia de destacados e históricos militantes socialistas.

«Tenemos la necesidad y la obligación de construir una alternativa -si es posible dentro del partido para no romper la unidad del socialismo en Cataluña- que ponga fin al discurso imperante del nacionalismo en el PSC», subraya Olegario Ortega, miembro de la corriente Ágora Socialista. Ángel Hernández, representante de Socialistas en Positivo, va mucho más lejos al exigir a la actual dirección del PSC «renegociar» la fusión de los tres partidos socialistas catalanes -PSC Reagrupament, PSC Congrès y la Federación Catalana del PSOE- para recuperar el espacio político de la izquierda no nacionalista en Cataluña. «No podemos permitir que el PSOE desaparezca aquí y si la élite de los socialistas no está dispuesta a reeditar el pacto, no tendremos otro remedio que recuperar la Federación Catalana del PSOE».

Este destacado miembro de la corriente crítica Socialistas en Positivo asegura que «hay muchos que esperan la aparición de un mirlo blanco para recuperar la ideología y el espacio político que ocupaba la Federación Catalana del PSOE». Hernández cree que la actual coyuntura no es la más adecuada para que surja el líder de la izquierda no nacionalista porque «algunos de ellos están ahora presos del discurso nacionalista que impera en el PSC». No obstante, las dos corrientes críticas del PSC han unido sus fuerzas para trabajar juntas en ese objetivo pese a reconocer la dificultad de su tarea. «El PSC y el PSOE atraviesan una situación complicada debido a los graves errores que se están cometiendo desde hace años. La munición que han puesto en manos de la oposición es pura dinamita», asegura Justo Domíguez, ex diputado y ex secretario general de UGT en Cataluña, en alusión a la propuesta de que a Cataluña le sea reconocida la «nación» o el nuevo sistema de financiación.

Para este miembro de Ágora, corriente interna del PSC, «el primer error de Maragall y Montilla fue pactar con el diablo para gobernar porque, más tarde o más temprano, ERC pasará factura». «El 90 por ciento de las energías del tripartito se han invertido en un Estatuto que no deja de ser un arma letal para la izquierda. Es el error más grave de Maragall».

«En pie de guerra»

Ángel Hernández advierte que los militantes de base «están en pie de guerra» contra la élite del partido por la deriva catalanista de la cúpula del PSC. «Si hablas castellano y eres un obrero, no tienes el perfil adecuado para ocupar un cargo dentro del partido o de responsabilidad pública», lamenta el histórico militante tras destacar que hay cerca de medio millón de votos socialistas en Cataluña que se abstienen en las autonómicas porque «no se sienten representados por el PSC». Esos ciudadanos, apunta, tan catalanes como españoles o al revés, hoy están huérfanos políticamente.

«Maragall ha traicionado a la izquierda al convertirse en el mejor heredero del nacionalismo de Jordi Pujol», asegura José Castellano, otro de los miembros destacados de Ágora, para quien el PSOE ha desaparecido porque «el PSC antepone la «c» de catalanista a la «s» de socialista».

Como muestra de la carencia de un discurso de izquierda, apunta Olegario Ortega, está la presidenta del grupo del PSC en el Parlamento catalán, Manuela de Madre, «una guerrista reconocida que es el ejemplo patético del abrazo de la mayoría de los capitanes del PSC a la ideología nacionalista». Este dirigente socialista denuncia que los militantes que no comulgan con la opinión de la dirección del partido son «barridos» por el aparato que está en manos de Montilla.

«El sistema de las agrupaciones permite a un grupo organizado y disciplinado copar el cien por cien de la representación con el 51 por ciento de los votos y el resto de posiciones discrepantes no son reconocidas como sectores minoritarios, sino que son barridos», explica Ortega para denunciar la falta de democracia interna en el PSC.

«El PSC es un partido aristocrático, leninista en términos de izquierda: o bien callas o bien comulgas con el discurso imperante de la élite», apunta Hernández, pese a que Montilla es el primer secretario del PSC que no proviene de la burguesía catalana, como Obiols o Serra, sino de la «emigración».

Tanto los miembros de Ágora como de Socialistas en Positivo confían en que Montilla puedar enderezar «el entuerto» del Estatuto catalán en Madrid. «No me puedo creer que el capitán de capitanes del PSC se haya convertido en el brazo armado del catalanismo para poner el Estatuto debajo de la mesa de Zapatero y que le estalle en las narices», remacha Castellano.