MONSTRUOS

 

 Artículo de César Alonso de los Ríos en “ABC” del 23.12.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

También en Cataluña se ha creado el monstruo. La existencia del Consejo Audiovisual es la última muestra de un sistema totalitario. El hecho de que haya sido el Parlamento regional el autor de este aparato inquisitorial encargado de decidir qué informaciones son veraces y cuáles no, y cuáles son los medios que deben sobrevivir a su control, no supone ningún tipo de legitimación. Por el contrario, eso inhabilita al propio Parlamento.

El caso catalán es extraordinariamente grave precisamente porque es la legitimación misma del Parlamento regional la que está en cuestión. Ningún Parlamento puede estar al servicio de la construcción de un sistema totalitario.

Sabíamos que en Cataluña no hay libertad de expresión. Por las luchas entre los propios partidos hemos conocido documentos redactados en sedes partidarias y despachos de la Generalidad en los que se diseñaban estrategias mediáticas a costa de la vida profesional de algunos periodistas. Lo de ahora, lo del CAC, es más grave. El Parlamento ha montado de un modo finalista el órgano que deberá terminar con la COPE, esto es, con el enemigo.

La operación pasará a las antologías del fascismo.

Pero ¿acaso no ha aprobado el Parlamento catalán un proyecto de Estatuto en el que se diseña todo un sistema totalitario? Por cierto, el debate en torno al modelo de financiación, que se propone en él, está tapando el que debería darse en relación con la utilización exclusiva del catalán en la enseñanza. El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ya lo ha dado por bueno.

Miro hacia Cataluña, pienso en personas a las que he estimado, y no me entra en la cabeza que estén colaborando en la fabricación del monstruo.

Pienso en gentes, por ejemplo, como Isidro Molas, con el que estuve en las viejas guerras por las libertades; o en Victoria Camps, con la que he podido hablar alguna vez sobre el derecho a la información... ¿Pueden personas así aprobar la decisión del Parlamento catalán? ¿Pueden ver con buenos ojos la persecución de las ideas de los contrarios? A juicio de personas así, ¿deben desaparecer la ética y la moral cuando «la lucha nacional» se convierte en argumento para liquidar las libertades?

La última prueba de la existencia del otro monstruo, del que crece en el País Vasco, ha sido la aprobación de unos Presupuestos en los que se convierte a los terroristas etarras en víctimas. Y con la colaboración de los socialistas. Es un adelanto de lo que nos espera: el reconocimiento de ETA...

Crecen los dos monstruos, y no sin el alimento que se les proporciona desde Madrid.