ENTREVISTA A  ALBERT BOADELLA

 «Zapatero no midió lo que suponía dar barra libre para el «Estatut»»

«La palabra Cataluña ha servido para encubrirlo todo, para tapar Banca Catalana o el 3 por ciento»

 

Por Blanca Torquemada en “ABC” del 08.05.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado la entrevista que sigue para incluirla en este sitio web.

 

 

«Saturado» pero no rendido. El actor y director teatral Albert Boadella destila rebeldía de exiliado en su propia tierra en el entreacto de esta desquiciada legislatura de Maragall

 

 

-Quienes como usted están promoviendo la plataforma y futuro partido «Ciutadans de Catalunya», ¿esperaban la acogida que han tenido?

-Cuando se difundió nuestro primer manifiesto en internet nos quedamos muy sorprendidos con el interés que suscitó. Eso sirvió para que se disipasen las dudas iniciales sobre si convenía o no crear un partido, porque la respuesta ha demostrado que en Cataluña queda un espacio por cubrir.

-¿Cómo ha afectado a su labor teatral su implicación en la política?

-De la peor manera. Mi compañía ha sufrido un boicot generalizado en Cataluña que nos perjudicó muy gravemente en Barcelona.

-¿Esta carrera de obstáculos le ha hecho flaquear?

-A mí, ponme dificultades y estaré en mi salsa. No contaban con que estoy bastante asilvestrado.

-¿Se ve como diputado en el Parlament?

-No, en absoluto. Si ahora tuviera cuarenta años seguramente sí probaría, pero ahora me interesa más el arte que la política, y si estoy en estas batallas es porque la situación es de emergencia. Sentía claustrofobia en mi propio entorno y no se podía dejar pasar más tiempo.

-O sea, que no es muy optimista...

-No, no lo soy. Contamos con muy pocos anticuerpos para una epidemia tan grande. Incluso en el País Vasco se formó un frente antinacionalista, con todo el riesgo que eso suponía allí, que ha dejado oír su voz en todo este tiempo, pero en Cataluña el silencio ha sido monumental.

-Pero después de más de dos décadas de Gobiernos de CiU lo que les hace a ustedes dar el salto a la política es el Ejecutivo de Maragall...

-Es que el hecho de que la izquierda haya tomado la deriva nacionalista ha desequilibrado terriblemente la balanza, y Maragall es el máximo responsable. Algunos votamos al PSC pensando que al salir CiU del Gobierno llegaba un gran momento y en vez de eso nos encontramos con todo lo contrario.

-¿Y Zapatero?

-Zapatero es culpable en la medida en que un día dio barra libre para el Estatut, en un terrible acto de irresponsabilidad. No ha sido capaz de medir ni de tomar el pulso a la gravedad de las situaciones que se podían generar.

-¿Qué le parece lo peor del proyecto de Estatuto?

-La intromisión en todos los resquicios de la sociedad. Que la política pretenda controlar todas y cada una de las manifestaciones de la vida social es nacionalsocialismo, o sea, nazismo. Aunque lo de nación también importa, pues la palabra Cataluña se ha venido utilizando para encubrirlo todo; para tapar Banca Catalana o el 3 por ciento. Así, quien se interpone en el camino es que va contra Cataluña, contra la tribu.

-Usted y Maragall se conocen desde hace años, ¿qué se dicen últimamente cuando se encuentran?

-Procuro no encontrármelo, aunque somos casi vecinos de fin de semana. Sería normal que me lo topara, pero mi nivel de relaciones personales ha descendido, soy un exiliado dentro de Cataluña. A los muchos catalanes que sentimos que formamos parte de España, si lo decimos, se nos imputa que obtenemos prebendas de los «españoles». A mí ahora me llaman «lerrouxista».

-¿Llevará usted a escena un «Ubú Maragall»?

-De ninguna manera. Estoy saturado de esta historia de Cataluña. Mi participación en «Ciutadans» será mi última contribución a la causa, y espero que después alguien tome el testigo.