MARAGALL, PROUST Y EL PSC

 

 Artículo de Miquel Gimenez en “El Mundo” del 16.05.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Muchos conocerán A la búsqueda del tiempo perdido, obra de Marcel Proust, que viene de molde para el asunto que nos ocupa, a saber, el hundimiento de la Armada Tripartita. Una armada que, a diferencia de la Invencible, no se ha hundido por culpa de los elementos. Al contrario, a ésta la han hundido sus propios capitanes.

 

Nunca, desde la histórica sesión de las Cortes franquistas en la que aquellos diputados por el tercio familiar, el

sindical o el municipal, aprobaron la Ley de la Reforma Política, se ha visto un harakiri similar.

El tripartito ha acabado mal porque empezó mal. Dice Carod que, con la expulsión de los consellers de Esquerra, el PSC ha cometido un grave error político. Disiento. El error fue no hacer otro tipo de pacto de gobierno, consentir que cada partido fuera a su aire, dejar en manos de un Maragall indeciso y titubeante cuestiones que han llegado a provocar una gravísima crisis de estado que sólo el buen sentido de Zapatero, Montilla y, no en menor medida, Convergència, han ayudado a paliar.

El tripartito, tal y como se concibió, fue el error. Nadie votó a Maragall para pasarse dos años hablando de si somos nación, prólogo o sinfonía. Nadie le votó para amenazar hoy con el cese a Carretero, que ignora el abecé de la política de coalición gubernamental, y al día siguiente lo confirma sin que medie disculpa ni retracto por parte del infrascrito.

Me pregunto qué habría dicho el PSC si todos los despropósitos de éstos dos años y pico de tripartito los hubiera cometido Convergència.Lo menos que hubieran tenido que escucharse Artur Mas y los suyos sería que son unos irresponsables que sólo procuran mantenerse aferrados a la poltrona sin tener en cuenta los intereses generales.

Pues bien, ahora que parece que el absceso se ha sajado, que se ha echado a los consellers de Esquerra que, por propia dignidad política, tendrían que haber dimitido de motu propio; ahora que tenemos Referéndum sobre el Estatut y, antes de final de año, elecciones al Parlament, es el momento en el que el PSC se plantee como recuperar ése tiempo perdido, el que ha dilapidado Maragall durante toda ésta malhadada legislatura.

Los socialistas tienen ante sí un reto difícil. Han de encontrar un candidato presentable, porque lo del actual president es infumable.Han de convencer a su electorado que, si gobiernan, harán lo que les toca, a saber, política social, mejoras en el sistema de sanidad, educación, asistencia social, infraestructuras. Han de elegir para ello a gentes preparadas y no a fumistas de la retórica y el chaqueteo.

En definitiva, al PSC se le presenta una complicada papeleta y no está el patio para sacar conejos de la chistera.

Es hora de ser socialistas y explicarlo de manera clara y precisa.Después, ya se verá quién gana, con quién se pacta y cómo se gobierna, aunque servidor, modestamente, ya se ha declarado partidario de la sociovergencia. A algunos no le gusta. Son los que prefieren pasarse la vida hablando del sexo de los ángeles cobrando, eso sí, una pasta gansa pagada con los impuestos de todos. Es igual, para lo que les queda en el convento

Una última observación: sólo hablando de lo que realmente afecta a las personas, el PSC tiene la oportunidad de movilizar a sus votantes de Santa Coloma, Cornellà, o L'Hospitalet. Porque el votante socialista no está para más aventuras. Hay que recuperar el tiempo perdido.