Gobierno y PSC constatan que es difícil aprobar el Estatut con el actual redactado

 

Informe de  CRISTINA SEN y JAUME V. AROCA     en “La Vanguardia” del 11/04/2005

MADRID / BARCELONA
 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)


La cúpula socialista no aconseja someter el proyecto a una dura negociación en Madrid

 

 

Gobierno, PSOE y PSC celebraron una nueva cumbre sobre el Estatut en Madrid con balance negativo.Estiman muy difícil que el actual redactado del Estatut tenga luz verde en el Congreso y,por ello,ven contraproducente que llegue un proyecto de reforma que tenga que ser sometido a una dura negociación a la baja.


Pesimismo en las filas socialistas. El Gobierno, el PSOE y el PSC constataron hace una semana y media en una nueva reunión de alto nivel dirigida por los ministros Jordi Sevilla y José Montilla la gran dificultad de que las Cortes puedan aprobar el Estatut si llega a Madrid tal como se está esbozando en la primera lectura. Tanto desde el Ejecutivo como desde el socialismo catalán se señala que es a todas luces desaconsejable que llegue un proyecto al Congreso que tenga que estar sometido a una dura negociación "a la baja" con las tensiones que esto puede provocar. Las fuentes consultadas señalaron que aunque el PSC intente reconducir algunas cuestiones en la ponencia en el Parlament, CiU va a intentar entorpecer la negociación.

El panorama es en estos momentos sombrío y en la citada reunión esta situación se abordó con gran claridad y sinceridad, según las fuentes consultadas. Se considera que la actual redacción del Estatut -con un amplio listado y un blindaje competencial, así como la apuesta por definir con un cierto detalle el nuevo modelo de financiación- no puede ser asumida por el Gobierno ni por el PSOE. Y el hecho de que en Madrid y Barcelona gobierne la misma formación desaconseja totalmente entrar en el Congreso en un rifirrafe negociador. Fuentes socialistas calificaron incluso de "imposible" que el PSOE pueda dar luz verde al proyecto estatutario si mantiene su línea actual, no por motivos jurídicos, sino políticos.

La reflexión es de ida y vuelta. Si el Ejecutivo y el PSOE ven muy difícil aceptar lo que en estos momentos se debate en Catalunya, en el PSC también se es consciente de que no se puede llevar aMadrid un Estatut para que sea rechazado. Además del amplio listado de competencias, uno de los ejemplos que se ponen por su actualidad política para ejemplificar las dificultades en las que se pone al Gobierno para aprobar el Estatut es el de la financiación autonómica.

Si finalmente se decide incorporar con detalle un determinado sistema de financiación, el Ejecutivo no podrá apoyarlo, ya que el modelo debe determinarse entre todas las autonomías en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Además, para el Gobierno tampoco es posible aprobar esta vía, porque permitiría que cada comunidad definiese su propio modelo en función de sus intereses, lo que llevaría al colapso.La tesis de los socialistas catalanes es que en el Estatut figuren unos principios generales, aunque tampoco está claro que esta posición sea compartida por igual por el ministro Montilla que por el conseller Antoni Castells. Pero a priori la idea es que la concreción del modelo quede fuera del Estatut y se discuta luego en el CPFF. El problema de esta propuesta es si CiU, cuyos votos son indispensables, está dispuesta a asumir este aplazamiento.

Al margen de este ejemplo, en la reunión -asisten también el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba; el responsable de política autonómica del PSOE, Alfonso Perales; el portavoz en el Parlament, Miquel Iceta, y el secretario general del Govern, Ernest Maragall- se apostó por incrementar estos contactos para intentar buscar soluciones a la complicada situación que se avecina. El elemento positivo, según alguna observación realizada, es que si le interesa tanto al Ejecutivo como al PSC que se apruebe el Estatut habrá un gran empeño en buscar una salida. Lo que está claro es que, pase lo que pase, el presidente Zapatero seguirá con un programa de reformas para impulsar la España plural.

Otro de los elementos que han influido en este pesimismo sobre el futuro del Estatut es la crisis del Carmel y el enfrentamiento entre socialistas catalanes y nacionalistas por la crisis del 3%.En las filas socialistas se considera que la formación nacionalista no está dispuesta a que se apruebe un nuevo Estatut que vea la luz bajo la presidencia de Pasqual Maragall y que hará todo lo posible para evitarlo. Además, el enfrentamiento de CiU con el president no hace más que aumentar.