AHORA EL AEROPUERTO: EL SUMA Y SIGUE DEL CHANTAJE NACIONALISTA

 

  Editorial de   “El Mundo” del 16.03.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

La luna de miel entre el PSOE y CiU en la tramitación del Estatuto en el Congreso se rompió ayer de forma inesperada cuando las demás formaciones daban por hecho el acuerdo de ambos partidos para sacar adelante un texto pactado.

No hubo acuerdo en la cesión del aeropuerto de Barcelona ni en el artículo sobre selecciones deportivas, ya que el PSOE no cedió a las pretensiones de los nacionalistas. El PSOE contó con el respaldo del PP, algo que no había sucedido hasta ayer, mientras que CiU, ERC y los diputados del PSC del Parlamento de Cataluña votaron en contra.

Los nacionalistas querían que el PSOE aceptara una fórmula para que la Generalidad de Cataluña compartiera con el Estado la gestión del aeropuerto de El Prat. No hubo acuerdo porque el PSOE no aceptó las exigencias de CiU que suponían de hecho perder el control del aeropuerto.

Los dos socios tampoco se pusieron de acuerdo en la redacción del artículo sobre selecciones deportivas, que, según el texto aprobado ayer, cierra el paso a que Cataluña participe en competiciones oficiales como unos Juegos Olímpicos o unos Mundiales de Fútbol.

La reacción de CiU fue de tremendo enfado, hasta el punto de amenazar con dilatar el proceso de tramitación parlamentaria del Estatuto en el Senado, lo que obligaría a aplazar el referéndum hasta después del verano. El Gobierno no quiere oír ni hablar de esta posibilidad, ya que pretende celebrar la consulta en junio para que la opinión pública se olvide cuanto antes de su irresponsable entreguismo.

La última oportunidad de acuerdo es mañana, fecha en la que la Comisión Constitucional debatirá y votará las disposiciones finales.El Pleno del Congreso tiene previsto reunirse el 30 de marzo para refrendar el texto aprobado, pero sin la posibilidad de introducir enmiendas. Por tanto, PSOE y CiU sólo tienen 24 horas para resolver sus diferencias a través de alguna disposición que plasme un acuerdo sobre ambos temas.

¿Cumplirá CiU su amenaza? Es bastante dudoso que el PSOE y los nacionalistas no lleguen a un acuerdo en estos dos puntos cuando han sido capaces de hacerlo en otros mucho más importantes. Pero lo que sucedió refleja la actitud de continuo chantaje de CiU y los nacionalistas, que siempre tiran de la cuerda para conseguir más concesiones del Estado.

Ya lo dijo Churchill en su discurso ante el Parlamento británico en octubre de 1938: se empieza por aceptar el pago de una libra a punta de pistola y luego se acaba cediendo en todo lo demás que exige el chantajista. El Gobierno ha hecho bien en plantarse y poner un límite a esta espiral interminable de reivindicaciones, aunque sea en dos asuntos relativamente secundarios. Veremos cuanto dura su firmeza.

Bono aseguró ayer que se siente «incómodo» ante el acuerdo de su partido con CiU para que Cataluña tenga himno y bandera «nacionales».Debería hacer algo más que lamentarse. Lo que les importa a los ciudadanos no es si un ministro está «cómodo» o «incómodo» en su puesto, sino si suscribe o no la política del órgano colegiado al que pertenece.