EL NUEVO ORDEN INFORMATIVO CATALAN

 

  Editorial de   “El Mundo” del 20-4-06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

La nueva Carta de Principios para la Actuación de los Medios de Comunicación de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) constituye un atropello a la libertad de expresión; un paso más en la política de imposición del catalán y discriminación de los castellanoparlantes. La lectura del documento produce auténtico estupor. Promueve los mismos fines y prácticas que, anteponiendo un supuesto derecho a la construcción nacional al propio derecho a la información, se propugnaban desde la Unesco de los años 80 en nombre del Nuevo Orden Informativo Internacional.La Carta destaca entre los objetivos de los medios audiovisuales catalanes «preservar la identidad nacional» y «avanzar hacia la formación de un imaginario colectivo». De más está decir que esa «identidad nacional» y ese «imaginario colectivo» excluyen al resto de España y a los demás españoles. Por si quedara alguna duda, reclama «evitar ambigüedades»: «Así los términos país, lengua, nación, nacional, Gobierno o Parlamento siempre harán referencia a Cataluña».

Lo más grave, en todo caso, son los requisitos, flagrantemente discriminatorios, que se establecen en relación con el uso de la lengua. La CCRTV insiste en que el «fomento del catalán ha de ser, sin excepciones, uno de los objetivos fundamentales» de los medios audiovisuales. Para lo cual en el conjunto de la programación «se dará prioridad» a la presencia de invitados que hablen catalán y a los testimonios y reportajes en catalán.Y los periodistas tendrán que «utilizar siempre el catalán cuando estén en antena. El uso de otras lenguas será excepcional y motivada, recomendado siempre que sea posible la traducción simultánea».Es decir, que los castellanoparlantes serán entrevistados en catalán con intérprete por entrevistadores tan castellanoparlantes como ellos. ¿Cabe mayor surrealismo? ¿Cabe mayor estupidez?

La Carta de la CCRTV resulta absolutamente inaceptable desde el punto de vista de la libertad de expresión. Frente al interés o la calidad de la información, se impone, como bien supremo, la lengua, el factor identitario clave en la construcción de una Cataluña homogénea y excluyente. En este sentido, coincide y refleja la misma filosofía y prioridades que el nuevo Estatuto, que reconoce a Cataluña como una nación, impone el deber de conocer el catalán y otorga a los poderes públicos un control, intolerable en cualquier democracia, sobre los medios de comunicación, incluida la facultad de determinar si una información es o no veraz. Que Zapatero haya entregado semejante coartada e instrumento a quienes se empeñan en supeditar los derechos y libertades de los ciudadanos a su proyecto de poder resulta incomprensible. Una grave irresponsabilidad cuyas consecuencias ya se empiezan a notar.