MARAGALL TIENE QUE ROMPER CON ERC PARA NO CAER EN EL RIDICULO

 

  Editorial de   “El Mundo” del 06.05.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.

  

Siguiendo el deseo de las bases del partido, la ejecutiva de ERC decidió ayer pedir a los catalanes que voten no en el referéndum como «opción clara y única». Los dirigentes republicanos rectifican así su posición de la semana pasada de solicitar el «voto nulo político» como opción preferente. Si pedir el voto nulo era un triple salto mortal, el rechazo frontal de ERC al Estatuto sitúa al tripartito al borde de la ruptura. Es verdad que el Gobierno catalán se ha paseado por el abismo en muchas ocasiones, pero llega un momento -y este es el caso- en el que ya no se puede hacer funambulismo si no se quiere seguir haciendo el ridículo ante los ciudadanos, antes de estrellarse definitivamente.

La decisión de ERC tiene muchas lecturas. La primera remite a las luchas internas dentro del partido independentista. El líder Carod-Rovira sale tocado de la crisis, puesto que se había comprometido con Maragall a que ERC optaría por la abstención o el voto nulo, nunca por el no. El secretario general, Joan Puigcercós, sale reforzado, ya que es quien con más ahínco ha defendido lo mismo que las bases. «No somos un partido convencional como los otros», dijo ayer Carod. Una gran verdad: Los senadores y parlamentarios catalanes de ERC votaron ayer en el Senado a favor de algunos artículos del Estatuto, en contra de otros y se abstuvieron en el resto.

La consecuencia más inmediata del rechazo de ERC al Estatuto en el referéndum afecta directamente a la continuidad del Gobierno catalán. El PSC, que ha hecho esfuerzos inauditos por no romper el tripartito, ha convocado para el lunes a su ejecutiva para analizar una situación que sus portavoces han calificado de «extrema gravedad». Los dirigentes socialistas catalanes animaron ayer incluso a Maragall a romper con ERC al decir que apoyan al presidente de la Generalitat «en cualquier decisión que estime necesaria y oportuna para Cataluña». La preocupación del PSC está más que justificada, puesto que el no de ERC puede complicar mucho el objetivo de lograr un resultado claramente favorable en el referéndum del 18 de junio.

Es indefendible desde cualquier punto de vista la continuidad del tripartito, y así parece haberlo asumido el PSC. Puesto que los consejeros republicanos no están dispuestos a ser coherentes y dimitir, corresponde al presidente de la Generalitat ejercer como tal y echar a los miembros de ERC del Gobierno catalán.Artur Mas garantizó el respaldo a Maragall para gobernar en minoría hasta el referéndum y después convocar elecciones anticipadas.Sería lo más razonable, independientemente de cuál sea el resultado de la consulta sobre el Estatuto.

La actuación de ERC tiene también consecuencias para el presidente del Gobierno, quien no puede ahora eludir sus responsabilidades, dado que fue él quien impulsó la aprobación del Estatuto para ganarse a CiU. Los independentistas, que han sido y siguen siendo socios preferentes del Gobierno, quieren hacer descarrilar el plan de Zapatero. Su objetivo de incorporar al sistema al independentismo catalán ha fracasado.