LA BATALLA DE BARCELONA

 

 Artículo de Miquel Porta Perales en “ABC” del 19.05.06 

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

Se lo recuerdo. En Cataluña existe una obsesión identitaria que afirma que existe una lengua, una historia, una cultura, una manera de ser, y todo lo que ustedes quieran añadir con la condición de que sea propio, que definiría el hecho diferencial catalán. Y al parecer, este hecho diferencial exige también la presencia de selecciones deportivas, conferencia episcopal, y modelo policial propias. ¿La sustantividad del modelo policial catalán? Sabemos que debe ser distinto del español. Por eso, cuando se constituyeron los Mossos d´Esquadra, la Generalitat sólo admitió un número limitado de miembros de la Policía y la Guardia Civil.

¿Por qué se rechazó a unos buenos profesionales integrados en la vida catalana? Quizá -siguiendo la lógica identitaria que todo lo contamina-, la Generalitat buscaba un modelo policial libre de cualquier cuerpo extraño.

¿El resultado? Una policía, a veces, ineficaz. ¿Cómo es posible que la Policía autonómica sea incapaz de controlar el botellón que asoló el barrio del Raval? ¿Cómo es posible que, tras el destrozo de las Ramblas al ganar el Barça la Liga, ocurra lo mismo con la Champions? ¿Cómo es posible que mientras TVE retransmite el saqueo de comercios de las Ramblas los mossos se refugien en un hotel? ¿Cómo es posible que 300 gamberros, fanáticos o delincuentes pongan en jaque a 300 mossos y 150 policías municipales?

La culpa no es de los agentes, sino de mandos políticos que viven en el más ingenuo de los rousseaunismos, que comulgan con un infantiloide progresismo permisivo que, en lugar de tomar medidas más severas para reprimir las conductas incívicas, apela a la buena voluntad. Y después de la batalla de Barcelona, ¿qué dice la consejera de Interior? Que se hizo lo debido. A eso se llama estar en la inopia. Y desconocer que la Policía está para algo.