EL  OASIS CATALÁN: SEPTIEMBRE NEGRO

 

 Artículo de Miquel Porta Perales en “ABC” del 29.09.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

Políticamente hablando, en Cataluña hemos tenido un septiembre negro. Desventurado. Infeliz. Lamentable. Para empezar, las juventudes socialistas, con la anuencia y sonrisa de sus mayores, afirman que «Rubianes somos todos». ¿Cómo es posible que la crítica y denuncia de las ofensas y groserías proferidas por un maleducado se consideren un ataque a la libertad de expresión? ¿A qué viene que la mayoría de partidos políticos catalanes ría las gracias de un sujeto que, por carecer, carece de la facultad de injuriar e insultar con el mínimo de elegancia exigible a cualquier persona que haya pisado una escuela? Prosigamos. Y en eso que el Col·legi de Periodistes saca a relucir su vocación justiciera y arremete contra determinados medios de comunicación por falta de ética y estar al servicio de oscuros intereses. Si quieren que les diga la verdad, creo que los medios denunciados -no todo está permitido en nombre de la libertad de expresión- se extralimitan. Pero, menuda broma que el Col·legi de Periodistes, siempre al servicio del socialismo fracasado o triunfante, otorgue ahora certificados oficiales de deontología periodística. ¿Por qué no ha denunciado ni denuncia a la prensa amiga del Régimen instalado en Cataluña? Preciso: el Col·legi de Periodistes no tiene vocación justiciera, lo suyo es la censura. La censura de quienes no son de los suyos. Ni el CAC lo haría mejor.

Hay que hablar del recurso de inconstitucionalidad promovido por el Defensor de Pueblo contra el nuevo Estatuto. Las declaraciones de la mayoría de políticos catalanes -antológicas- hacen las delicias de cualquier estudioso de la demagogia. Que si el Defensor lo es del pueblo español y no del catalán, que si el recurso va contra el pueblo catalán, que si está al servicio de la oposición, que si con el recurso da las gracias al ex presidente del Gobierno que le nombró, que si se trata de un ataque a todo lo que implica una mejora del autogobierno de Cataluña y el País Vasco, que si Enrique Múgica debe dimitir. Señores, a eso se llama demagogia a la catalana. Es decir, el halago de los oídos nacionalistas en beneficio de los propios intereses políticos y electorales. Demagogia e irresponsabilidad. Finalmente, el caso Eto´o y el pregón de la Mercè, y el anuncio pro selecciones nacionales catalanas, colman el vaso. El hecho de que se quiera censurar el uso del castellano -¡la lengua de la mitad de los catalanes!- es la prueba del nueve de la baja calidad democrática que padecemos. El anuncio pro selecciones nacionales brinda el ejemplo -más demagogia e irresponsabilidad- de cómo se puede llegar a fomentar el enfrentamiento entre ciudadanos.

Más allá de los hechos, este septiembre negro evidencia la doble medida, la hipocresía política, la demagogia, la irresponsabilidad, el oportunismo, el sectarismo, el provincianismo y la mentalidad excluyente de un nacionalismo catalán de derecha e izquierda que proyecta sus sombras sin vergüenza ni complejo algunas.