LAS CREDENCIALES DE CIUTADANS

 

 Artículo de Alex Salmon en “El Mundo” del 12.11.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

Se debería reflexionar sobre dos cuestiones. La primera está relacionada con la llegada de Ciutadans, la nueva formación política que llega al Parlament de Catalunya. La segunda sobre cómo la mayoría de medios de comunicación catalanes no han tenido el olfato para intuir los evidentes éxitos sociales del grupo presidido por el joven Albert Rivera.

 

La primera la resumo con una palabra: el hastío. Pero ese cansancio no es democrático, ni provocado por el sistema, sino hastío a que los políticos catalanes pierdan el tiempo en conflictos identitarios que, pueden servir para argumentar conflictos partidistas, pero de ninguna forma para solucionar los problemas cotidianos de la gente de la calle.

Este cansancio, que se ha ido construyendo en Cataluña a lo largo de 26 años, se consolidó durante los gobiernos de Jordi Pujol, pero explotó con el tripartito. La llegada de los socialistas al gobierno en 2003 se interpretó por parte de una gran mayoría de ciudadanos como el fin de una obsesión: acabar con las senyeres y los himnos. Pero fue todo lo contrario. Del supuesto fin de ciclo, y gracias a la participación de ERC en el gobierno, se inició una carrera desaforada donde la zanahoria era el nuevo Estatut. Y lo que tenía que haberse convertido en un gobierno abierto, encabezado por socialistas progres reivindicando la liberación de las raíces, se convirtió en un patético espectáculo político donde llegaron a ser denunciados comercios y restaurantes por rotular en castellano.

Los cien mil votos de Ciutadans no parecen pertenecer a personas alocadas que un día dicen una cosa y otro dicen otra. No. Esos votos, que de no haber existido esa formación, probablemente se habrían quedado en casa o convertido en blanco.

¿Por qué la mayoría de medios de comunicación catalanes no se percataron de lo que estaba ocurriendo? ¿Cómo es posible que a estas alturas, con la cantidad de flujos de información con los que contamos en las empresas periodísticas, no intuyeran qué podía ocurrir? Dos respuestas. Estamos construyendo unos medios capaces de conocer a los dos minutos un atentado en Irak o Afganistán e incapaces de saber qué ocurre en la calle de al lado. Sin ir más lejos, esta semana La Vanguardia publicaba en portada una información que afirmaba que los manteros volvían a Barcelona, llegando a la parte baja del Paseo de Gràcia. Los lectores de ese diario, vecinos de la zona, debieron quedar sorprendidos.De hecho, EL MUNDO de CATALUNYA hizo un amplio reportaje hace un año sobre ello porque se sitúan enfrente de las ventanas de nuestra redacción. La noticia ha tardado en llegar a Diagonal/Francesc Macià, al diario más vendido de Cataluña, sólo 365 días.

Decir que Ciutadans es una formación política formada de la nada es estar desinformado. Recuerdo hace un año, unos meses después de la información publicada en nuestro diario sobre el manifiesto de los intelectuales, desayuné con Francesc de Carreras, uno de los firmantes de aquel escrito y profesor de Derecho Constitucional de Albert Rivera. Llegó unos minutos tarde. Comenzamos a dialogar de inmediato sobre lo que estaba pasando en Cataluña, sobre la carta enviada por los empresarios a Maragall por un nuevo Estatut, sobre el tripartito. En un momento de la ya iniciada conversación, se detuvo y me dijo: «Perdona el retraso. Ayer acabamos tarde.Hicimos un acto en Monsolis. Fue tremendo. Casi 250 personas.La gente está muy animada». Seguro que hay mucha gente que no sabe donde está Monsolis. Es un barrio que pertenece a Montgat, en un punto que conocemos los que cogíamos la carretera N-II para evitar peajes y llegar a El Masnou, Premià, Vilassar o Mataró.Un lugar que casi no lo es, sobre todo cuando sólo pasas por la carretera.

Me dejó impresionado. Que un grupo de personas, que sólo habían redactado un manifiesto, lograra reunir en Cataluña a tanta gente, quería decir que la población estaba preparada para un movimiento de este tipo. Pero ¿de qué tipo? Esa es una de las paradojas de nuestra sociedad. Gracias al escepticismo y la manipulación algunos todavía se preguntan de qué van Ciutadans. Da igual que digan que son no nacionalistas, que los de siempre les llamarán antinacionalistas. Da igual que se consideren socialdemócratas, que los de siempre les denominarán el partido de la Cope. Y EL MUNDO, claro. Cuando analizas los resultados con lupa aparecen las sospechas. Ciutadans resta votos fundamentalmente al PSC y al votante histórico del PCE, ahora en ICV-EUiA. Y al PP, naturalmente.Aquel votante que opta por los populares porque no tiene otra opción que le represente, aunque de vez en cuando no le satisfaga totalmente algún comentario de Angel Acebes.

Mucha gente está temerosa del nuevo partido que, por otro lado, aún tiene que demostrarlo todo. Como por ejemplo que su negación ante los nacionalismos no les conduce a un espacio españolista.Porque de ser así, daría armas a sus adversarios políticos para acusarles de todo lo que ellos rechazan. El problema no es oír falsedades. Siempre están manipuladas. La cuestión es no dar razones para que sean verdad.