BABEL APLASTADA

 

 Artículo de Aleix Vidal-Quadras en  “La Razón” del 5-10-07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Su manso colaboracionismo no ha sido suficiente para garantizarle un trocito del pesebre nacionalista.

 

En 1992, Cristina Peri Rossi, la escritora de origen uruguayo afincada en la ciudad condal, ganó el Premio de Poesía Ciudad de Barcelona con un libro titulado «Babel bárbara», en el que presentaba la diversidad lingüística como una riqueza a cultivar y preservar. Su expulsión fulminante de la tertulia de Catalunya Ràdio en la que participaba por la contundente razón de expresarse en castellano le habrá dado una medida adecuada de la gratitud de los jerarcas separatistas hacia personas como ella, tan dispuesta a integrarse en el oasis pútrido que regentan con mano de hierro. La pobre mujer no sale de su asombro, porque su manso colaboracionismo no ha sido suficiente para garantizarle un trocito del pesebre nacionalista. Ella, que tanto hizo siempre por complacer a los que ahora ha calificado justamente de fascistas, ha topado de repente con la bota que lustraba. Este nuevo episodio demuestra sin paliativos la imposibilidad de integrar a los secesionistas en un proyecto común español de carácter democrático y abierto. Cristina Peri Rossi, al igual que otros intelectuales castellano-hablantes que viven en Tripartitolandia, ha intentado calmar a la fiera con halagos y con muestras de comprensión de sus fétidos rugidos. No le ha servido de nada y ha acabado engullida por el monstruo insaciable. Los protagonistas de la transición, al igual que el resto de fuerzas vivas políticas, empresariales, sindicales, eclesiásticas y académicas de la época, también creyeron que la transformación de un Estado tradicionalmente unitario en el más descentralizado del planeta y el reconocimiento sumiso de símbolos identitarios variopintos aquietaría los embates divisivos de los particularistas. Vana ilusión. ETA lleva más de ochocientos asesinatos y no ceja en su encono criminal, Ibarretxe y Carod anuncian referendos ilegales y sus cachorros queman al Monarca en efigie a la vez que corean consignas conciliadoras del tipo «Borbones a los tiburones». El totalitarismo étnicolingüístico exige el pluralismo, pero no lo practica, su torre de Babel está hecha de compartimentos estancos y si alguien intenta abrir puertas de comunicación, la reduce a añicos.