EL PSOE DESCARTA GOBERNAR CON EL PNV TRAS LAS ELECCIONES VASCAS

 

 Informe de  G. LÓPEZ ALBA   en  “ABC” del 13/02/05

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

 

MADRID. Tanto el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, como el secretario general del PSE y candidato socialista a lendakari, Patxi López, descartan la posibilidad de gobernar con el PNV en el País Vasco tras las elecciones autonómicas convocadas para el 17 de abril, según fuentes próximas a ambos consultadas por ABC.

Esta decisión se justifica con argumentos de principios, de estrategia y de táctica. Así, se juzga «incompatible» el acuerdo con un PNV que no «regrese» a planteamientos nítidamente constitucionalistas, lo que no se vislumbra posible si no es como resultado de una conjunción de circunstancias y, por tanto, altamente improbable que pueda darse como un giro inmediato que se realice en un único movimiento. Además, se considera que una alianza de esa naturaleza podría suponer «la desaparición» del PSE como alternativa en el País Vasco y, al mismo tiempo, acarrear un importantísimo deterioro para el PSOE en el resto de España. Y también se analiza como incoherente con la apuesta por «el cambio» en que se basará la oferta electoral del PSE, planteamiento que haría incomprensible para el electorado el mantenimiento del PNV en el poder, como ya ocurrió en Cataluña cuando se planteó el dilema de gobernar con ERC e IC o con CiU después de que los nacionalistas -como ocurre en el País Vasco- gobernaran ininterrumpidamente durante más de veinte años.

La experiencia de 2001

Aunque, según las fuentes consultadas, la decisión de descartar un gobierno de coalición con el PNV es «firme», el PSE no tiene previsto hacer proclama de la misma durante la campaña electoral porque «nadie nos creería» y, sobre todo, porque perjudicaría su estrategia electoral habida cuenta de que el PSE espera crecer no sólo gracias al «voto útil» no nacionalista, sino también a través de la movilización de todo su electorado de las elecciones generales y de arañar votos entre los nacionalistas alarmadas por la deriva secesionista de Ibarretxe. Los resultados de los anteriores comicios, cuando PSE y PP plantearon la campaña como un frente común antinacionalista, demuestran que a una parte significativa del electorado socialista le disgusta «aparecer del brazo» del PP, por lo que una proclama de aquella naturaleza podría volver a desmovilizarlo. Al mismo tiempo, impediría el trasvase de votos desde el nacionalismo moderado ya que éste puede producirse en una parte del electorado que quiere moderar al PNV, pero que, al mismo tiempo, no quiere que gobierne el PP.

Madrazo «versus» Llamazares

En cuanto al resultado de las elecciones, que se cree que se decantarán en beneficio de los nacionalistas o de los no nacionalistas por el estrecho margen de uno o dos escaños, entre los socialistas empieza a considerarse la posibilidad de que la llave del próximo gobierno autonómico pueda acabar en manos de la versión vasca de Izquierda Unida -Ezker Batua-. Aunque su líder, Javier Madrazo, actúa al margen de las directrices de la coalición, las buenas relaciones entre Zapatero y el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, que se ha opuesto al plan Ibarretxe, abren una expectativa respecto de la actitud que mantendrían los parlamentarios de EB -obtuvo tres representantes en los anteriores comicios- en la disyuntiva de tener que optar entre seguir en el gobierno con PNV-EA o hacerlo con el PSE y el PP. Si cuadraran los números, IU podría hipotéticamente completar una mayoría de gobierno integrada por las tres fuerzas políticas de ambito nacional. «Todo puede depender de lo que se les ofrezca», se apunta con pragmatismo entre algunos dirigentes socialistas.