«MI» PARTIDO
Artículo de ¿¿¿¿???? en “ABC” del 05.10.05
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
Para los socialistas el
problema que se plantea con el Estatuto no es que se rompa España, sino el
partido. Esto sería lo grave. Pero ¿acaso hay peligro de que se cree una
fractura en el caso de que se apruebe una propuesta de Estatuto
inconstitucional?
En este punto ZP puede dormir tranquilo. Cabría hablar, sin embargo, de un
peligro real de ruptura del partido en el caso de que se corrigiera la redacción
del Estatuto en términos no admisibles para el «tripartito». Éste dejaría de
apoyar al gobierno de ZP, y el PSC se independizaría del PSOE.
Ése es el límite que tiene la pomposa comisión presidida por Rubalcaba. La
función de ésta no es rebajar la inconstitucionalidad del Estatuto, sino poder
presentar la cuadratura del círculo ante los militantes del PSOE. Es una
comisión de relaciones públicas interna ante los militantes. Saben que se trata
de una cuestión de presentación. De percepción. Para eso está en la comisión
Alfonso Guerra. Para quitar mala conciencia. Han integrado a Alfonso Guerra no
ya porque temieran que el presidente de la Fundación Pablo Iglesias iba a crear
frentes por su cuenta y abrir brechas. Sus criterios quedarán subsumidos en las
decisiones de la comisión. Servirá, en definitiva, para demostrar que la
comisión representa a todos los sectores del partido. Incluidos los guerristas.
Los supuestos españolistas.
Quedan como versos aparentemente libres Bono, Ibarra y Paco Vázquez. Este último
está ya amortizado. Es una voz en Finisterre. Bono aceptará con resignación
cristiana la decisión de la mayoría. La aceptará con talante castrense. En
realidad lo que espera Bono es que Zapatero se rompa la crisma electoral. ¿Y
Rodríguez Ibarra?
Rodríguez Ibarra es un leninista desde el punto de vista partidario. Para él
España existe porque lo dice su partido. Hay que defender el concepto de nación
española no porque haya razones históricas y porque una inmensa mayoría de
ciudadanos lo piense así, sino porque lo dicen los Estatutos del partido. «Mi»
partido, dice Ibarra con el énfasis del que toma al partido por patria y a la
patria por creación del partido.
Hay algo que se les puede escapar de las manos a ZP y a sus compañeros de
dirección y a los intelectuales inorgánicos que les aconsejan desde los medios:
los votos. Se les pueden escapar los votos. Se les puede ir el poder por las
ranuras de las urnas electorales y ahora no habrá atentados que vengan en su
auxilio.
¿De qué valdría mantener la integridad del partido si el PSOE pierde las
elecciones por el maldito cambio de modelo estatal...?