EL ESTATUTO Y EL SOCIALISMO DÓCIL

 

  Editorial de   “ABC” del 12.01.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Cena en La Moncloa. José Luis Rodríguez Zapatero y los barones socialistas, con el estatuto al fondo, se reúnen para hacer repaso de la situación. El presidente del Gobierno insiste en que todo está bajo control y pide tranquilidad y confianza. Termina la cena y los barones, excepción hecha de Rodríguez Ibarra, flexibilizan a coro sus rígidas posturas de antaño y se muestran favorables, con matices, a que el término «nación» aparezca en el preámbulo. Sutil cambio de postura que refleja que, a la hora de la verdad, las posiciones supuestamente firmes de algunos líderes autonómicos sucumben a toque de silbato para plegarse a las exigencias del jefe, sujeto a su vez a las exigencias de los partidos catalanes en una negociación donde la transparencia brilla por su ausencia.

Cuando las posturas se flexibilizan al extremo de chocar con las propias convicciones, la calidad de la clase política se rebaja, al tiempo que se abre la brecha con una sociedad que no entiende cómo se puede defender, al mismo tiempo, una cosa y la contraria. A veces, cabe una salida que suele ser infrecuente y dignifica al político: decir «por ahí no paso» y no pasar, aunque ello signifique tener que renunciar a muchas cosas.