ULTIMÁTUM DE ETA A «TERNERA» PARA QUE ARRANQUE CESIONES AL GOBIERNO

 

 

 Informe de D. M. / J. P.  en “ABC” del 29.12.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Con un comentario a pie de título:

 

SE LES TERMINA EL TIEMPO

 Luis Bouza-Brey (29-12-06, 19:00)

 

No debería producirse ningún tipo de negociación ni concesión. No se sabe qué habrán podido ofrecer nuestro Gobierno, aliados y terminales de contacto a ETA y su entorno, pero no hay más salida viable y coherente que la oferta de que si ETA se disuelve y entrega las armas, sus brazos políticos y sociales podrán volver a la legalidad y concurrir democráticamente a la vida política. Posteriormente, una vez comprobado que la voluntad de renunciar al nazismo es auténtica, podría comenzar a hablarse de perdón si el pueblo español lo acepta.

 

Y el tiempo se les acaba: como sigan pensándoselo tendrán cuatro años más para meditarlo desde fuera de la legalidad. Las cosas no pueden ser de otra manera.

 

El cabecilla del «aparato político» de ETA, José Antonio Urrutikoetxea, «Josu Ternera», ha vuelto a ganar tiempo para mantener abierto el denominado «proceso de paz», frente a los sectores más duros encabezados por Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», en un nuevo debate interno que aún se mantiene abierto. Se trata de una suerte de ultimátum dado a Ternera para logar gestos rápidos, dado que el escepticismo se está instalando entre el mundo etarra, que se rearma.

El hecho de que no haya concluido este debate, por lo que aún podrían registrarse novedades en la actual correlación de fuerzas dentro de la banda, puede ser el motivo por el que en la reciente reunión entre interlocutores del Ejecutivo de Zapatero y de la banda no se llegó a concreción alguna por voluntad de los etarras. Simplemente, según las fuentes consultadas, se trató de un contacto en el que se intercambiaron reproches para después concederse un tiempo y evitar, así, una ruptura que, al menos de forma inmediata, tampoco interesa a los terroristas.

Estos medios añaden que antes de emprender el actual debate -tercero que celebra la cúpula etarra en el plazo de doce meses- «Josu Ternera» volvió a sondear la opinión de prácticamente todos los sectores y grupos que integran el complejo entramado etarra. desde la «ETA zarra» («ETA vieja», de los Eloy Uriarte, «Señor Robles» o José Luis Ansola Larrañaga, «Peio el Viejo»), al «colectivo de presos políticos vascos», pasando por los etarras confinados en Francia o deportados en terceros países. Además, ha tanteado a los etarras en activo, tanto a los cabecillas como a los pistoleros. Algo que ya hizo hace un año, y que le permitió acumular apoyos para defender el alto el fuego permanente, anunciado después, el 22 de marzo.

 

Discrepancias internas

 

Según las fuentes consultadas, de este último sondeo, como ocurrió tras el primero, «Josu Ternera» ha concluido que la corriente mayoritaria en ETA sigue apostando por mantener abierto el «proceso de paz», si bien se advierten ahora, nueve meses después del anuncio de la tregua, mayores discrepancias a la hora de administrarlo, porque incluso algunos defensores del mismo proponen entrar en una fase de ultimátum al Gobierno, para evitar que del bloqueo se pase al enquistamiento indefinido.

Se da la circunstancia de que en los más de cuarenta años de terror de ETA, las decisiones, sobre todo las de trascendencia, siempre las ha adoptado el «comité ejecutivo», y por votación de sus integrantes. Siempre ha estado compuesta por un número impar, para evitar empates. Por tanto, la iniciativa «Josu Ternera» no sería buscar un apoyo vinculante, sino utilizarlo en la pugna que mantiene con «Txeroki», en el sentido de que su postura está avalada por una mayoría, circunstancia necesaria ante una coyuntura como la actual en la que la «izquierda abertzale» debate el finiquito de ETA o su continuidad.

 

Acumulación de apoyos

 

Así pues, «Josu Ternera» se ha presentado a este debate con los apoyos recabados, que le han permitido ganar un poco de tiempo, ante las pretensiones del sector de Txeroki» de, si no romper directamente el alto el fuego, sí lanzar un órdago de envergadura, como paso previo al reinicio de la actividad terrorista. Las fuentes consultadas por ABC no han podido precisar si este voto de confianza para Ternera tiene plazos u objetivos concretos. No obstante, consideran que a medio plazo se van a dar en el escenario del «proceso de paz» dos referencias trascendentales que medirán el margen de maniobra del que dispone «Josu Ternera». Por una parte, se alude a la nueva reunión que en principio tienen prevista celebrar representantes del Gobierno y ETA, a finales de enero o principios de febrero. Si de esa nueva cita surgiera un gesto del Gobierno, por ejemplo con los presos, el margen de maniobra del jefe del «aparato político» se vería ampliado y reforzado.

Por otra parte, se pone el horizonte de las próximas elecciones municipales. Si la izquierda proetarra puede concurrir a los comicios y si, además, una eventual legalización de Batasuna, de la forma que sea, le permite estar en la mesa de partidos, máximo objetivo de ETA en esta negociación, la postura de «Ternera» quedaría más reforzada aún en el seno de la banda terrorista.

Los medios consultados por ABC creen que en estos momentos la actitud del Ejecutivo de Zapatero es apoyar al sector de la banda, esto es, el que encabeza Ternera, partidario de mantener el «proceso» abierto. Por ello, siempre según fuentes antiterroristas, adopta una actitud relativamente permisiva ante hechos de la gravedad del robo de armas en Francia, la reciente construcción de un «zulo» en la localidad vizcaína de Amorebieta y la «kale borroka» que, lejos de ceder, aumenta día a día cualitativa y cuantitativamente.

El Gobierno, ante semejantes desafíos, no quiere cerrar la puerta del «proceso» a cal y canto. De hecho, en medio de tanto reto, accedió a verse con ETA este mismo mes de diciembre. «Dar portazo equivaldría a regalar coartadas a Garikoitz Aspiazu para romper la tregua y regresar a la actividad terrorista», subrayan los medios consultados por ABC.

Los medios de la lucha antiterrorista creen que el recrudecimiento de la «kale borroka» podría ser una concesión del sector de «Josu Ternera» al de «Txeroki», que siempre ha recelado, cuando no se ha opuesto al alto el fuego permanente y, una vez acatado, ha defendido una estrategia de ultimátums y plazos.