EXPERTOS EUROPEOS PIDEN A LA UE «INTERVENIR» LA ECONOMÍA ESPAÑOLA

Expertos franceses consideran esta posibilidad, aunque hay países en peor situación como Grecia o Portugal.

 

Informe de  Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal París, en “ABC” del 22 de enero de 2010.

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Se multiplican los llamamientos de alarma sobre la credibilidad económica de Grecia, Portugal y España para imponer un rigor imprescindible para la estabilidad del euro.

Y se suceden los llamamientos a una «deseable» intervención europea en las economías de esos países, calificados de «frágiles», para intentar frenar los riesgos crecientes para la credibilidad y estabilidad de la moneda común europea.

Jacques Marseille, historiador de la economía, en la Sorbonne parisima estima, desde hace semanas, que el euro está hoy hipotecado a las titubeantes economías de Grecia, Irlanda, Portugal y también España, comentando: «La historia nos enseña que no puede haber divorcio durable entre la soberanía monetaria y la soberanía política» (Le Point, L’Euro à l’épreuve de la Grèce).

Por su parte, algunos economistas de referencia, como Laurence Bonne, economista en jefe de Barclays Capital (Francia), teme lo peor: que Grecia, Portugal y España sean incapaces de conseguir el rigor presupuestario imprescindible para la estabilidad del euro. Y avanza una proposición políticamente devastadora: una «intervención» política y económica de la UE, para evitar que «mañana» (dentro de unos meses) sea el FMI quien se vea forzado a intervenir en esos países «frágiles», como si se tratase de países en vías en desarrollo.

Laurence Bonne propone un sofisticado mecanismo europeo, para «ayudar» a unos gobiernos frágiles, imponiéndoles un rigor con dinero pagado por los contribuyentes europeos: el presupuesto común de la UE pagaría parte de los compromisos presupuestarios de los Estados «frágiles», quienes, a cambio, deberían comprometerse institucionalmente a una «restauración rápida» de sus amenazados equilibrios presupuestarios.

La propuesta de Laurence Bonne, avanzada en el matutino francés de referencia (Les Echos, Grèce, Irlande, etc.: L’Europe doit payer) tiene algo de «provocación». Y sería evidentemente rechazada por los países calificados insistentemente de «frágiles». Pero refleja con precisión la opinión e inquietudes de una cierta elite financiera europea.