EL ESTADO, EN MANOS DEL TC
Editorial
de “ABC” del 29-3-10
Por su interés y relevancia he
seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web
Las últimas
deliberaciones del Tribunal Constitucional podrían haber cristalizado ya en una
mayoría de 6 frente a 4, que, pese a estar formada en torno a la ponencia de la
magistrada Elisa Pérez Vera, determinaría la inconstitucionalidad de una
veintena de artículos claves del Estatuto de Cataluña. Sin embargo, los
borradores de la ponente han aumentado la exigencia constitucional sobre el
texto, hasta el punto de que algunos magistrados claramente opuestos a
considerarlo constitucional habrían aceptado una declaración de
inconstitucionalidad selectiva, que recaería en aspectos sustanciales del
Estatuto. No obstante, el historial de los debates del TC sobre el Estatuto
catalán no permite descartar nuevas variaciones de criterio, aunque es creíble
la inminencia del fallo. En efecto, la formación de una mayoría que hace
innecesario el voto de calidad de su presidenta, María Emilia Casas, debe
traducirse en la inaplazable votación del texto definitivo de la sentencia, del
que se daría a conocer de forma inmediata su parte dispositiva, es decir, los
artículos anulados por inconstitucionalidad, dejando para más adelante su publicación,
que recogerá los votos particulares de los discrepantes.
Si la
duda es hasta dónde llega la inconstitucionalidad del Estatuto, cabe confiar en
que el fallo del TC rescate los principios constitucionales del Estado español,
como Estado unitario organizado en comunidades autónomas. Es imprescindible que
esa inconstitucionalidad selectiva por la que habría optado el TC deje claro
que no es admisible un modelo confederal, ni bilateral en las relaciones del
Estado con Cataluña; que la ciudadanía -derechos, obligaciones, lengua- es un
concepto común para todos los españoles y que la legitimación de los poderes
públicos en España sólo procede de la soberanía constituyente del pueblo
español, no de derechos históricos inaprehensibles. El Estatuto de Cataluña,
pese a las defensas buenistas que le dedica el
presidente del Gobierno, cambió las reglas constitucionales del Estado,
empezando por dar a una norma autonómica la categoría de norma constituyente y
por convertir a una comunidad autónoma en un Estado dentro del Estado. Hay una
sola oportunidad para evitar que este error se consolide y está en manos del
TC.