EL GOBIERNO, IRRITADO CON CASAS POR ADMITIR LA «CRISIS
INSTITUCIONAL» DENUNCIADA POR EL PP
Creen que está molesta «porque le han quitado el
balón» al haber tenido que cambiar de ponente en el Estatut
Informe
de Gabriel Sanz | Madrid en “ABC” del 28 de abril de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.
Al
Gobierno y al PSOE no les ha gustado nada cómo la presidenta del Tribunal
Constitucional, María Emilia Casas, rompió anteanoche el silencio que venía
manteniendo en la polémica del estatuto de Cataluña. «Quiero hacer una breve y,
para mí, ineludible referencia a la crisis institucional que padecemos y que
sufre también el TC...», dijo Casas en la presentación de una conferencia del
ex ministro Jerónimo Saavedra. Consciente o no, la presidenta del TC estaba
secundando así la tesis del PP de que España sufre una crisis no sólo económica
(la Bolsa volvió a perder ayer un 4,18% por miedo al contagio griego), sino
también la falta de rumbo político de José Luis Rodríguez Zapatero.
Oficialmente, nadie del Ejecutivo salió ayer a criticarla. Mientras la mayoría
de los miembros del Gobierno optaban, incluso en privado, por el silencio como
forma de desmarcarse de Casas, Zapatero respondía con un escueto «no» cuando se
le preguntó en el Senado si España padece una crisis institucional. Horas
antes, en un desayuno, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, había
respaldado «totalmente» a Casas pero sólo en su petición de respeto al TC.
Pese a
todo, algunos diputados del Grupo Socialista admiten a ABC que las palabras de
la presidenta el TC son un «error» no sólo por cómo fueron formuladas; también
en sí mismas. «Si después de cuatro años hay una crisis institucional en el TC,
algo habrán tenido que ver ella y el resto de magistrados», razonaba uno. Su
jefe de filas, José Antonio Alonso, no quiso entrar al trapo. Preguntado por
ABC en los pasillos de la Cámara Baja, dijo irónicamente: «Yo sólo hablo del
PP». Venía de una rueda de prensa en la que había sido interpelado por la
crisis institucional. Señaló que el TC merece un clima de «mayor tranquilidad
institucional» y disparó contra la oposición: «La única crisis política» en
España procede de «los escándalos de corrupción» del PP.
«Le han
robado el balón»
«Lo que
le pasa a la presidenta del TC es que le han robado el balón» y respira por la
herida, sostiene un veterano miembro del Grupo Socialista en referencia al
hecho de que la ponencia de la sentencia del Estatuto ha pasado de una ponente
progresista, Elisa Pérez Vera, a uno conservador, el vicepresidente del TC,
Guillermo Jiménez. El Gobierno, que daba por buena la sentencia del TC fallida
en la que se iban a tumbar «sólo» 15 artículos, se teme ahora lo peor: que
Jiménez atraiga para sus tesis al magistrado progresista Manuel Aragón
incluyendo expresamente en el fallo, como él pide, que la única nación es la
española, entre otras cuestiones. En este sentido, la foto de Aragón asistiendo
distendido junto a Jiménez y al también magistrado conservador Ramón Rodríguez
Arribas, a una corrida en La Maestranza de Sevilla, no ha hecho sino contribuir
a alimentar esa tesis en la esfera gubernamental. Aunque el Gobierno se daba
por satisfecho con no tener sentencia del Estatuto antes de las elecciones
catalanas de noviembre, sin entrar en el fondo del recorte estatutario, ahora
tampoco tiene claro que eso se vaya a producir.
«Yo me
espero cualquier cosa de este TC», decía a ABC un ministro horas antes de las
palabras de Casas. Se refería al «espectáculo» de ver cómo la sentencia fallida
había aparecido punto por punto en los medios de comunicación, y a la guerra
desatada entre Aragón y el resto del bloque progresista del Tribunal. La tesis,
defendida por De la Vega de que los tribunales «siempre» respetan las campañas
electorales, y el TC también, sigue vigente. Pero ese plazo empieza a correr en
septiembre, cuando el presidente de la Generalitat disuelva el Parlamento
catalán.
Y el
Gobierno observa con alarma cómo el ponente de la sentencia, Guillermo Jiménez,
tiene adelantado mucho del trabajo encomendado por el pleno del alto tribunal
el pasado 16 de abril, cuando tiró abajo el borrador de Elisa Pérez Vera.
Alguna de las fuentes consultadas por ABC habla de este jueves como día D de la
posible sentencia porque concluye el plazo de 15 días dado por el pleno al
ponente. Quedaría así en manos de la presidenta convocar otro pleno ya mismo.