ZAPATERO HUNDE AL PSOE
Editorial de “ABC” del 14 de
junio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web
El PP tiene actualmente
una ventaja de voto estimado de casi doce puntos porcentuales sobre el PSOE. Si
se consolida esta tendencia, la debacle socialista puede ser histórica
EL
Partido Popular tiene actualmente una ventaja de voto estimado de casi doce
puntos porcentuales sobre el Partido Socialista, según la encuesta que hoy
publica ABC, realizada por la empresa DYM. La diferencia refleja la tendencia
general de los sondeos conocidos en las últimas semanas, a raíz del «decretazo»
antisocial aprobado por el Gobierno, que puso de manifiesto todas las
contradicciones y falsedades del discurso oficial sobre la crisis. Esa ventaja
del PP es también importante en la intención de voto, con casi nueve puntos de
diferencia, cuando en diciembre de 2009 era solo de 1,4 por ciento. Hay, por
tanto, una tendencia preelectoral que está consolidándose a favor del PP y en
contra del PSOE. Si esta tendencia llega en las condiciones actuales a las
próximas citas electorales —comicios catalanes el próximo otoño y elecciones
municipales y autonómicas en la primavera de 2011—, la debacle socialista puede
ser histórica. Esta perspectiva empieza a calar en el socialismo español, y
tiene razones para que sea así, porque la encuesta de DYM revela que, a día de
hoy, Rodríguez Zapatero perjudica claramente la «marca PSOE», hasta el extremo
de que una mayoría de sus votantes (55 frente a 37 por ciento) considera que no
debe ser candidato en las próximas elecciones.
La
valoración sobre Mariano Rajoy como candidato es mejor entre sus seguidores,
pero por la mínima, porque sus votantes apoyan en un 50 por ciento, frente a un
48, que sea candidato. Lo importante para los populares es que esta opinión
sobre Rajoy —mejor visto como presidente que Rodríguez Zapatero— no merma la
fidelidad del voto de sus electores, lo que a su vez explica la solidez del PP
sobre el PSOE. Ahora bien, que ambos líderes compartan la misma valoración (una
mala nota de 3,2, y bajando) debe emplazar al PP a cambiar los fundamentos de
su ventaja, para que dejen de tener un sesgo coyuntural y pasen a ser
definitivos.
En
cualquier caso, es significativa la reserva de votos que a priori conserva el
PP respecto a las elecciones generales de 2008, en contraste con los sufragios
que retendría el PSOE, ya que el 81 por ciento de los votantes que hace dos
años se inclinaron por apoyar a Rajoy continuarán haciéndolo, cuando en el caso
de Rodríguez Zapatero solo repetirían voto el 43 por ciento, dando pie a una
amplia abstención. El dato resulta demoledor, especialmente porque si hace dos
años, tras la derrota electoral, surgieron muchas dudas en el centro-derecha
español sobre la idoneidad de que Mariano Rajoy repitiese candidatura en 2012,
ahora el 45,3 por ciento de los votos que el sondeo DYM atribuye al PP le
situarían directamente en un escenario de mayoría absoluta, que abriría una
profunda crisis en el PSOE. Solo el incremento de votos previsto para UPyD y CiU podría «rebañarle» escaños al PP en Madrid y
Cataluña, pero en ningún caso serían escaños en liza con el PSOE.
Ni en
sus peores augurios el PSOE había calculado que a mitad de legislatura los
varapalos económicos generarían internamente en el partido, y externamente en
la sociedad, una crisis de credibilidad y desconfianza tan severa. Lo peor para
los socialistas, según se empieza a admitir en círculos del PSOE, es la
incapacidad y el escaso margen de maniobra para remontar. El temor es que la
pésima gestión de la crisis económica y los «bandazos» impuestos desde el
exterior, unidos al efecto del «tijeretazo» social, a la incapacidad para
generar empleo, a las consecuencias que pueda conllevar el «decretazo» de la
reforma laboral y al incremento de impuestos en los próximos meses, conviertan
el declive electoral del PSOE en un proceso irreversible. En este sentido, la
gran incógnita que abre esta encuesta es el límite que tiene el PSOE para
tolerar el daño que Zapatero le está causando. No sería extraño que pronto
empezara una campaña de opinión publicada y de mensajes encriptados desde el
partido que trasladara al ciudadano la idea de que Zapatero ya no representa al
verdadero PSOE y de que va por libre. El canibalismo de los partidos es
implacable, pero en este caso la responsabilidad política de Zapatero por la
desastrosa gestión de la crisis y del Estado está compartida con su partido.