EL PSC DESCARTA A CHACÓN COMO FUTURA LÍDER DEL PARTIDO CATALÁN

 

Informe de María Jesús Cañizares en "ABC" del 28-11-11

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

Análisis demoscópicos al margen, el verdadero motivo del hundimiento del PSC ha sido su incapacidad para seguir representado esa tercera vía integradora de un electorado metropolitano de origen inmigrante que en los años ochenta sólo podía elegir entre nacionalismo y españolismo. La cosa fue bien hasta que gobernar Cataluña estuvo al alcance de la mano, previo pacto con ERC. El barco socialista se escoró hacia un soberanismo desconcertante para ese electorado poco sensible a las reformas estatutarias y mucho más preocupado por cuestiones como la inmigración extranjera, la seguridad, el paro o la vivienda, que sí figuran en los programas de CiU y PP.

 

Los socialistas catalanes aún están pagando el peaje soberanista que supuso formar gobierno junto a ERC. Hoy, dirigentes del PSC aseguran que el partido sólo podrá resurgir de sus cenizas a base de una refundación ideológica. O como se suele decir en política, recuperando sus esencias. Y tal como está enfocado el congreso que el PSC celebrará del 16 al 18 de diciembre, todo apunta a que el espíritu de la vieja guardia seguirá dirigiendo el partido, aunque con líder nuevo, el alcalde de Tarrasa (Barcelona), Pere Navarro, avalado por el ex presidente José Montilla y el todavía secretario de Organización, José Zaragoza. Dicho de otra manera, el futuro de esta formación pasa por menos catalanismo y más acento social, una apuesta en la que no se cuenta con Carme Chacón, que tras su fracaso en las urnas, es a los socialistas catalanes lo que José Luis Rodríguez Zapatero ha sido para el PSOE: un hándicap en la renovación del partido.

 

Chacón, catalanista de día —en la campaña de las generales ha jugado la carta de la inmersión y del Estatuto— y socialista de noche —tuvo que retirar el vídeo sobre los recortes en la Sanidad de CiU—, tiene sus miras puestas en la carrera por la sucesión dentro del PSOE y así lo ha comunicado a algunos compañeros de partido. Ambición no le falta y encarna perfectamente el relevo generacional frente a Alfredo Pérez Rubalcaba.

 

Se desconoce en qué momento anunciará Chacón su candidatura, pero es probable que lo haga antes del cónclave de los socialistas catalanes, ya que los equipos comienzan a estar muy definidos, sin que la ministra haya manifestado ninguna preferencia sobre los candidatos.

 

Navarro aglutina ese sector del PSC para quien no supone ningún trauma carecer de grupo propio en el Congreso. Esa pretendida segregación parlamentaria, que reivindican dirigentes semiolvidados como los ex consejeros Montserrat Tura y Antoni Castells, o el actual presidente del grupo socialista en el Parlamento catalán, Joaquim Nadal, protagoniza estos días el debate entre los aspirantes a liderar el futuro PSC. Navarro propone volver a los valores tradicionales de la socialdemocracia en lo que él califica como «giro hacia sí mismo» del PSC pues, en su opinión, el partido ha pecado de indefinición.

 

«Ahora somos una oposición desdibujada y cuando gobernamos se vio más a nuestros socios minoritarios que a nosotros, que nos dedicamos a la gestión. No hemos sido nada durante mucho tiempo, y cuando no eres nada la gente te acaba abandonando», dice. Tan «indefinido» está el partido que de cara al congreso se han presentado cinco enmiendas de agrupaciones locales en favor de la autodeterminación. Una defensa que nada tiene que ver con el modelo de Estado que desde la Transición ha defendido el PSC, el federalismo.

 

Elección de la militancia

 

El principal contrincante del alcalde egarense es otro primer edil, en este caso de Lérida, Àngel Ros, guardián de las esencias catalanistas que un día representó Pasqual Maragall. Ros considera «irrenunciable» que el PSC tenga grupo propio en el Congreso. El alcalde también defiende que el próximo secretario general del partido sea elegido por toda la militancia y no por los delegados de las federaciones, como se ha hecho hasta ahora.

 

Esta defensa de la democracia interna esconde, no obstante, el temor de esta candidatura al control que todavía ejerce una parte del aparato socialista, la que representan Montilla y Zaragoza y que excluye a Miquel Iceta, uno de los dirigentes del PSC mejor valorados, pero que se ha quedado solo en su apuesta por formar una candidatura unitaria. El cuarto aspirante a dirigir el partido es Joan Ignasi Elena, heredero del histórico dirigente Raimon Obiols y líder de la plataforma Nou Cicle, llamada a convertirse en movimiento político como lo fue en su día Ciutadans pel Canvi, hoy en proceso de desintegración. Elena pretende aglutinar a los sectores catalanistas del partido.