LA TERCERA VÍA DE ZP

Se impone un modelo confederal al tiempo que se ridiculiza a quienes denuncian la ruptura del modelo autonómico

Artículo de César Alonso de los Ríos  en “ABC” del 05 de julio de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

«Objetivo cumplido» dijo Zapatero, y añadió que nunca en la historia de España se habían atendido tanto las exigencias de autogobierno de Cataluña como en el Estatut . Pero ¿por qué utilizó unos términos tan grandilocuentes cuando lo relevante del fallo del TC eran los recortes? Porque se darán nuevas leyes que vendrán a reparar las lesiones infligidas a éste. En definitiva, se entrará en las cuestiones más graves por la puerta de atrás. Como en la unidad de jurisdicciones. Lo que no tendrá arreglo es el problema de las lenguas. La negación del carácter «preferente» al catalán no devolverá al castellano la condición «vehicular» en la enseñanza. Que es lo que importa. Así que una nueva legislación vendrá a anular los «desmanes» producidos por el TC, y así se sigue en la línea del tratamiento que viene mereciendo nuestra Constitución desde el primer día. La introducción del término «nacionalidades» y la indefinición del Estado permitieron pensar a los nacionalistas que aquella respondía a un «pacto» implícito en relación con una fórmula a largo plazo confederal. De hecho han actuado siempre en esa línea.

En la realidad se pisotea la Constitución y se critica a quienes lo denuncian. Es un comportamiento hipócrita especialmente repugnante por cuanto se trata de un hecho colectivo. Se impone un modelo confederal al tiempo que se ridiculiza a quienes denuncian la ruptura del modelo autonómico. Pero ¿acaso no fue el propio ZP el que defendió la revisión de los Estatutos como paso obligado hacia un sistema confederal? A pesar de ello tanto para los socialistas como para los populares la Constitución ha salido reforzada con el fallo del TC, y el ministro de Justicia proclama que se afirma «la unidad en la diversidad». ¿No habrá querido decir «unidad en la desigualdad»?