EL PLAN DEL PSOE ( 1 Y 2)

 

EL PLAN DEL PSOE (1)

 

 Artículo de César Alonso DE LOS RÍOS  en  “ABC” del 04/01/05

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

 

Recomiendo a mis lectores que asuman de una vez por todas, si no lo han hecho ya, que el Partido Socialista está en la misma estrategia que los nacionalistas y que, a partir de ahí, analicen todo lo que está sucediendo. Les recomiendo que no se distraigan con los casos de Paco Vázquez, Rosa Díez y Nicolás Redondo, y con las repercusiones que puedan llegar a tener las divisiones en el interior del Partido Socialista cuando se llegue a cierta situación límite. Recomiendo que se tenga en cuenta no la idea tradicional del socialismo, sino la que se está expresando en su praxis actual. Porque lo que importa es la política real del PSOE y ésta se expresa en las pretensiones -nacionalistas- de Pasqual Maragall y de Patxi López, en el apoyo que los dos reciben de Zapatero, en la coincidencia de objetivos con Esquerra Republicana de Cataluña y con el PNV (que pacta con ETA). «Esto» es hoy el PSOE y en «esto» está el huevo de la serpiente de mañana. Por supuesto que entre los socialistas y los nacionalistas hay contradicciones: las derivadas de la lucha por la hegemonía, pero siempre dentro del gran acuerdo con los partidos nacionalistas que consiste en desmontar el Estado actual para hacer visibles las diversas naciones que según ellos hay en España; en controlar la diversidad de los Estados libres asociados de una forma discreta para que no se creen problemas con la UE; en la creación de un nuevo Senado como sede de las diversas representaciones nacionales; en que las «comunidades nacionales» tengan interlocución directa con el resto de Comunidades y con la UE....

A partir de estos supuestos, se entiende todo lo que está sucediendo últimamente y que no es sino la preparación de un clima que favorezca el salto a la creación de un nuevo Estado o, si se quiere, el adiós a la España constitucional y, por supuesto, a la histórica. A partir de esa interpretación del PSOE, como hermano mayor de los nacionalismos, se entienden muy bien las declaraciones de Zapatero restando importancia a los conceptos de nación y de unidad de España tal como están definidos en la Constitución; se comprende bien la tranquilidad con la que la dirección socialista ha aceptado el pacto del PNV y ETA en relación con el Plan Ibarretxe (lo sabían ya, según este periódico); se explica el silencio de Zapatero una vez aprobado el Plan en el Parlamento vasco, así como la decisión del PSOE de no querer llevar el Plan Ibarretxe ante el Tribunal Constitucional (porque, ¿acaso tendría que ser más aceptable para éste el diseñado por Guevara?).

LA estrategia del Partido Socialista es tan simple como terrible: repartirse con los nacionalistas el poder en el futuro estado confederal. No quiero decir por eso que no intenten ganar las elecciones al PNV en el País Vasco. Digo que en el nuevo Estado el PSOE no quiere dejarle lugar al PP. Por esa razón necesita ganarse a los nacionalistas. Por esa razón hace concesiones. Quiere eliminar al PP como el viejo partido que no supo dar el paso a esta segunda transición, a este salto del autonomismo al federalismo. Este punto es básico. Los socialistas quieren superar el estado de las Autonomías de acuerdo con los nacionalistas porque de ese modo consiguen dos objetivos: descolocar totalmente al PP y terminar con la que consideran vieja y odiosa idea de España. ¿No dice incluso Bono, a quien se toma por el españolista del PSOE, que su idea de España no tiene que ver nada con «la España rancia de los Reyes Católicos» (él sí que es rancio).

Ahora bien, si recomiendo a mis lectores que entren en el método del PSOE para entenderle bien sus movimientos, aseguro al tiempo que no conseguirá lo que se propone: España es una realidad demasiado fuerte para que consiga liquidarla.

 

EL PLAN DEL PSOE (y 2)

 

 

 Artículo de César ALONSO DE LOS RÍOS  en  “ABC” del 06/01/05

 

 Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

 

COMO escribí el martes, el Plan Ibarretxe no es sustancialmente distinto del proyecto de Estatuto vasco de los socialistas, y es de temer que tampoco vaya a serlo del que están preparando Maragall y Carod-Rovira para Cataluña. Y es que las posiciones de los nacionalistas y los socialistas hoy son intercambiables. Las diferencias son de lenguaje. Descarado el de unos; hipócrita el de otros. Siendo así las cosas, ¿por qué Zapatero habría de haberse escandalizado por la aprobación del Plan Ibarretxe en el Parlamento vasco?

El Plan Ibarretxe le plantea al PSOE un problema en la medida que puede barrer la propuesta de Patxi López en las próximas elecciones vascas, pero en absoluto le preocupa a Zapatero en relación con el modelo de Estado. Repito: no es más rechazable que el socialista.

Lo llamativo, escribía yo el martes, es que, a pesar de estas evidencias, una buena parte de la sociedad española y de los líderes de opinión se nieguen a reconocer que el PSOE está metido de hoz y coz en las mismas soluciones que los nacionalistas. El propio Rajoy parece no querer darse cuenta de ello cuando califica al Plan Ibarretxe como el-mayor-desafío-para-el-Estado, cuando éste no es sino una parte del verdadero gran desafío al Estado, que es el que está preparando el PSOE en toda España. Asimismo, demuestra que no es consciente de la gravedad del Plan socialista cuando le pide a Zapatero un pacto de Estado. Pero ¿acaso supone Rajoy que el PSOE quiera pactar algo con el PP cuando lo que le interesa es llevar adelante los pactos con los nacionalistas para de ese modo dejar al PP fuera de todo juego?

LO único que el Gobierno socialista quiere sacar del PP es que le acompañe en actos retóricos como el debate parlamentario contra el Plan Ibarretxe que le dé cobertura para hacer una política real con lo nacionalismos.

Ahora bien ¿éste que yo llamo Plan del PSOE es una política nueva de los socialistas? En realidad responde al mismo diseño de reparto de poder que tuvo González entre 1982 y 1996 y que consistió en entenderse con el PNV y CiU para dejar fuera a la derecha. González pensó que con esta estrategia se aseguraba para siempre La Moncloa. Su error fue no caer en la cuenta de que aún le quedaba carrete al modelo autonómico y que Pujol tenía que seguir sacando rendimiento al modelo. Así que le dejó tirado en 1993 y con el partido destruido por el GAL y la corrupción económica. Zapatero repite el esquema de González, pero ahora a cambio de cesiones gravísimas, ya que ahora ello supone abandonar el sistema autonómico y saltar a un nuevo modelo con renuncia de la Nación, de la idea de España, muy peligroso para la convivencia de los españoles.

ES la estrategia de siempre, pero con Maragall, Elorza y Eguiguren como protagonistas. Lo anuncié en «La izquierda y la nación». Estamos ante el modelo confederal de España. Es el cierre de filas de nacionalistas y socialistas. A partir de aquí, éstos van a intentar impedir que la derecha pueda ser alternativa. En realidad, se va a impedir la alternancia. Por eso digo que el Plan Ibarretxe es una parte tan sólo del asalto al Estado democrático que supone el Plan del PSOE.