MALOS PERO NUNCA TONTOS

 

 

 Artículo de César Alonso de los Ríos  en “ABC” del 24.02.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

Se puede destruir un Estado siendo un mal político pero siendo un mal político no se puede construir un Estado alternativo. Es el caso de Zapatero.

Se ha metido en una aventura para la que le sobran convicciones aniquiladoras y le falta experiencia de Gobierno. Unos pardillos al lado de sus socios nacionalistas.

ZP ha comenzado una tarea demasiado complicada dada su propia capacidad y la de su equipo, como el desmontar un Estado. Se ha propuesto algo que le desborda desde el punto de vista técnico-profesional. De hecho las mayores dificultades que tiene el Gobierno en estos momentos vienen de esta tarea titánica en la que se ha embarcado...

Tres ejemplos.

a. La redacción del nuevo Estatuto catalán le está enfrentando con sus propios socios del tripartito. Maquiavélico de vía estrecha, Zapatero se está jugando la confianza del PSC al pretender que Maragall se suicide políticamente para dar paso a CiU. Por otro lado está consiguiendo que los nacionalistas entren en una espiral reivindicativa en nombre de sus respectivos electorados.

b. El pacto con ETA para la superación del conflicto vasco (la independencia, en definitiva) va a tener en frente a socialistas como Rosa Díez y Nicolás Redondo: por supuesto, a las víctimas del terrorismo y a muchos millones de españoles. Porque pese a lo que respondió a Rajoy el miércoles en el Parlamento en relación con la autodeterminación, es evidente que ésta será el tema central de la mesa de partidos políticos propuesta por Otegi.

c. Al Gobierno le ha salido mal la excarcelación de los criminales más famosos y más estimados por ETA porque Zapatero no tiene en cuenta la fortaleza del Estado de Derecho.

d. ETA no dejará las armas hasta que el Gobierno no reconozca públicamente su disposición a aceptar sus exigencias.

e. Es inevitable que el «proceso de paz» termine por mostrar ante la sociedad el rostro claudicante del Gobierno.

Alguien podría decirme que si el Gobierno es tan torpe yo no debería estar tan preocupado. Por el contrario: pienso que nada hay más peligroso que la torpeza, la audacia, la improvisación y la carencia de principios. Es cierto que con estas cualidades no conseguirán montar el Estado plurinacional del que hablan pero de momento habrán destruido el Estado Nacional que habíamos conseguido con tanto esfuerzo.

En definitiva, prefiero que el enemigo sea listo.