Artículo de César Alonso de los Ríos en “ABC”
del 11 de mayo de 2009
Por su interés y relevancia he
seleccionado este artículo para incluirlo en este sitio web
Ha
sido inteligente Rajoy al confiar las europeas a Jaime Mayor. Después de la
victoria en las gallegas, la que va tener en éstas le asegura el liderazgo en
el partido, que era su principal problema antes y después del congreso de
Valencia.
En
efecto, Rajoy fue lanzado por Aznar como su sustituto en la Moncloa. Un
subsecretario para todo con categoría de presidente. ¿Cabía mayor gloria para
el diseñador? Pero alguien trastocó todo. Unos moritos, dicen. Asunto ya para
historiadores. El caso es que aquel proyecto de vice-Aznar ha ido tomando vida
propia y ahora está a punto de hacerse con el mando del PP de forma definitiva.
Quiero decir que si, después de la victoria en las europeas, su destino va a
depender tan sólo de las generales, el nombramiento de Jaime es también un
acierto. Porque la crisis que estamos padeciendo no es sólo ni fundamentalmente
económica. Es moral. Y es en este punto donde se levanta con prestigio la
figura de Jaime Mayor. La refundación del sistema, de la que habla Sarkozy,
pasa por la restauración de los principios morales de los que habla Mayor: van
más allá del mercado y de los estúpidos debates sobre un mayor o menor
intervencionismo.
Cuando
Rosa Díez estuvo acompañando al PNV durante una buena parte de los supuestos
treinta años de poder en solitario, Jaime Mayor iba tomando las medidas del
nacionalismo vasco desde la oposición. Con Ordóñez. Con Caso. Con Iturgáiz. Con María San Gil...
Al
elegir por segunda vez a Jaime Mayor, el líder del PP ha tenido el acierto de
poner a alguien que representa el espíritu de los fundadores de aquel proyecto
que ha terminado siendo la Unión y a alguien que se distingue por la fe en la
nación española y el abandono del relativismo moral. Dos asignaturas en las
que, por cierto, Rajoy no venía sacando precisamente las mejores notas.