CONTRA EL SUPREMO

Artículo de César Alonso de los Ríos en “Factual” del 13 de abril de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web


José Blanco se ha sumado al coro de quienes tratan de librar del banquillo a Garzón por el hecho de ser Falange la acusadora. Se suma, así, a la campaña de El País, para el que la causa contra Garzón falla desde el origen por la condición ilegítima de los querellantes: Falange y la “ultraderechista”  Manos Limpias. En definitiva, la condición política de los querellantes inficiona la causa y pone en cuestión al propio Tribunal Supremo por haber aceptado la instrucción del magistrado Varela.

El País y Blanco no entran en los argumentos utilizados por Garzón para abrir una nueva causa contra los crímenes del franquismo y se niegan a considerar que los pasos dados por aquél en esa dirección hayan podido constituir prevaricación al entrar en campos ya resueltos por la ley de Amnistía. Porque desde el punto de vista político, sus propósitos habrían supuesto  poner patas arriba los grandes acuerdos que hicieron posible la transición y la Monarquía Constitucional.

Es el propio Tribunal Supremo el objetivo de José Blanco, de El País y de las manifestaciones en contra del procesamiento de Garzón. Es la propia convivencia española la que pone en cuestión el editorial de New York Times al denunciar la persistencia de problemas derivados de la guerra civil.

Al venirse abajo la descalificación de la instrucción de Garzón como una operación ultraderechista al hacerse famoso el progresismo de algunos magistrados del Supremo y concretamente del instructor Varela, fundador del movimiento Jueces por la Democracia, El País ha tenido que recurrir al más villano de los argumentos: Varela querría sentar en el banquillo a Garzón por profesarle un “rencor histórico”.

César Alonso de los Ríos es escritor.