¿NO SABE CONTRAATACAR RAJOY?

Artículo de Luis María Anson  en “El Imparcial” del 15 de marzo de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Con un breve comentario al final:

LA DERECHA FLÁCCIDA

Luis Bouza-Brey, (15-3-09, 11:30)


     Que un juez obsesionado, presunto prevaricador, se dedique a levantar corrupciones azuzadas por el diario adicto, es asunto especialmente ingrato para el presidente del Partido Popular. Que pasen las semanas y Mariano Rajoy no sepa contraatacar demuestra la debilidad del PP, acentuada por un líder fláccido y sin resortes. Sólo ha reaccionado bien, aunque tarde, al denunciar al juez Garzón por presunta prevaricación.


     Aznar habría encontrado ya diez alcaldías socialistas en las que presuntamente, se ha hecho lo mismo pero multiplicado por diez que en los casos levantados por el juez estrella. El PSOE amainaría su virulencia en el mismo instante en que el PP le pagase con la misma moneda.


     Pero, no. El hedonismo que preside la vida de Génova, el ministerio de la Oposición, parece impedir la reacción adecuada. El PP lleva muchas semanas a la defensiva en este turbio pasaje instigado por un juez que fue número 2 en las listas electorales socialistas y Secretario de Estado en el Gobierno de Felipe González.


     Bastaría con denunciar presuntas corrupciones en Ayuntamientos socialistas —se han producido ya casos con alcance nacional- para que las espadas se mantuvieran en alto en lugar del espectáculo de la posi-ción acerico que mantiene el PP. Rajoy no debe adormecerse en el éxito gallego. La política se juega todos los días y el PSOE ha recuperado la iniciativa con el acoso a los dirigentes madrileños. Parece como si a alguien en Génova le complaciera el desgaste que está sufriendo Espe-ranza Aguirre y que no le afecta sólo a ella sino al entero partido al que pertenece.

Luis María ANSON

de la Real Academia Española

 

Breve comentario final:

LA DERECHA FLÁCCIDA

Luis Bouza-Brey, (15-3-09, 11:30)

 

La derecha está fallando gravemente: no es plausible que en una situación como la de España, sacudida por una crisis global, no crezca con rotundidad la alternativa del PP, y el autor de este desastre histórico siga encabezando la lista de líderes más valorados.

¿Qué es lo que falla, para que la democracia sea incapaz de promocionar una alternativa al desastre?

Jiménez Losantos habla de la derecha maricomplejines y el síndrome de actitudes débiles frente a la usurpación de la legitimidad y la autoridad moral por la izquierda; otros atribuyen la ausencia de alternativa a la incapacidad de Rajoy para salir de la ambigüedad fláccida preconizada por algunos de sus asesores y líderes sedicentemente centristas; otros dan prioridad al cainismo de la derecha, como factor predominante en este fracaso del PP. Algunos, más peregrinos, atribuyen a UPyD la deflacción del PP, cuando UPyD surgió para hacer de bisagra democrática frente al nacionalismo étnico entre los dos grandes partidos. Aunque parece que tampoco esto lo esté consiguiendo.

¿Es posible sintetizar estas opiniones?

Diría que existe un síndrome de factores que están produciendo la crisis de la democracia española: quizá el factor más importante es la ausencia de tradición democrática en la cultura política del país, lo que da lugar a que abunden los borregos, carentes de conciencia ciudadana, que se limitan a votar en función de fidelidades y obediencias ciegas, manipulados por líderes populistas como ZP, auxiliados por la propaganda y la mentira realizadas desde medios de comunicación manejados por élites sectarias e insolventes, características generales ambas de amplios sectores de la élite de nuestro país en los diversos ámbitos de la sociedad.

Pero además de este factor general de ausencia de tradición democrática, en mi opinión lo que sucede es que tampoco el PP logra econtrar su posición y estrategia de victoria en el sistema político español, pues se tiene una idea errónea de la moderación y el centrismo, ya que éste no consiste en adaptarse camaleónicamente a los dictados del adversario, sino en defender el espacio democrático común: la unidad de la Nación española, la integridad y operatividad del Estado, la libertad e igualdad de los ciudadanos y la transversalidad ideológica que permita cuando sea necesario grandes acuerdos de Estado para defender precisamente ese espacio democrático común. Y defenderlo con la radicalidad y firmeza que sean necesarias cuando alguno de los actores políticos pretenda destruirlo, como está sucediendo en la actualidad por obra del Gobierno ZP-PSOE y sus aliados de la izquierda embotada y el nacionalismo cavernícola.

Pero el posicionamiento y la estrategia fallan porque también los está definiendo un líder que opta por el perfil bajo y la paciente espera del fracaso del adversario, derivado de sus errores, sin impulsar con claridad una alternativa en todos los órdenes. Y quizá el liderazgo falla por la falta de impulso agresivo de Rajoy y la lentitud de sus digestiones de la información, adobada esta lentitud por la falta de un asesoramiento que haya asimilado correctamente la situación general del país.

El problema, gravísimo, es que los dos actores principales del sistema político, PSOE y PP fallan, inmersos en sus patologías particulares, y no existe nadie salvo UPyD que defienda con firmeza el  espacio democrático común. Pero UPyD también se mueve con contradicciones y dificultades, debidas a su corta edad y a la estructura DEDOCRÁTICA de que se ha dotado, que falsea y debilita sus proclamas de Regeneración DEMOCRÁTICA.

Ante todo este conjunto de patologías, la sociedad española está inerme y la reacción frente a la crisis se producirá o cuando la situación de destrucción del país sea irreversible, o cuando la falta de canales reactivos lleve a la población desarticulada a una acción de masas de consecuencias imprevisibles.

La izquierda traidora, la derecha acomplejada, los nacionalismos cavernícolas y los Regeneradores dedocráticos nos están destruyendo el país y la democracia.