ZAPATERO Y LOS SOLDADOS

Artículo de Luis María Anson  en “El Imparcial” del 06 de abril de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

El peso de la púrpura ha hecho comprender a José Luis Rodríguez Zapatero que una cosa son las soflamas de periódico mural preuniver-sitario y otra la realidad internacional. Ni la demagoga Chacón puede conseguir que España se zafe de la obligación que exigen nuestros aliados. Así es que, al final, Zapatero, tras mil declaraciones contrarias, enviará más soldados a Afganistán, a una zona de especial peligro. No van en misión de reconstrucción y de paz. Allí hay una guerra. Nuestros soldados se van a jugar la vida.

     Estoy contra todas las guerras y me desagrada profundamente que se vierta sangre en Afganistán. Zapatero ha hecho lo mismo que Aznar. Exactamente lo mismo. Es cierto que Aznar apoyó la guerra de Irak pero ni un soldado español intervino en la contienda. Tras la victoria de norteamericanos e ingleses, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió a los países miembros que enviaran tropas para la reconstrucción y paci-ficación del país. España fue una de las 33 naciones que atendió la petición. Zapatero, de forma súbita y atolondrada, retiró aquellas tropas, ganándose el vacío internacional. Ahora reitera hasta el vómito la cantinela de que nuestros soldados estaban allí contra la legalidad internacional. Falso de toda falsedad.

     Y bien, la progre caviar Chacón, rasgándose las vestiduras, firmará el envío de más soldados españoles a Afganistán, después del fiasco y el ridículo de la retirada de Kosovo. La dureza de las exigencias internacionales se impone sobre la utopía y la demagogia de estos diri-gentes nuestros que se creían que todo el monte era orgasmo y que podían hacer sólo el amor y no la guerra.

Luis María ANSON, de la Real Academia Española