FÁBULA DE LA CIGARRA, LA PULARDA Y LA LIEBRE, Y LA MORALEJA EN MARZO

 

 Artículo de Alfonso Basallo en “El Semanal Digital” del 16.12.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

La cigarra se ha quedado sin crédito: ha despilfarrado la despensa y ha flirteado con el lobo del terrorismo.

 

El crudo invierno es lo que tiene. Deja en evidencia a dos clases de personajes: a los irresponsables que no se han aprovisionado o a los temerarios que han coqueteado con el lobo.

Si Félix Samaniego hubiera escrito su fábula en la España de 2007 lo tendría fácil, porque esos dos personajes se encierran en uno: el Gobierno de Zapatero.

En
economía, ha holgazaneado durante estos cuatro años, dilapidando la despensa que había logrado llenar la laboriosas hormiguitas que le precedieron. En terrorismo, ha flirteado con el lobo, en lugar de concluir la operación de acoso y acorralamiento que estaban a punto de culminar los mastines que le precedieron. Se ha creído otro Félix (Rodríguez de la Fuente), pensando que podría domesticarlo, a base de cesiones y buen rollito.
 
Y ahora que llegan las vacas flacas, y no tiene grano suficiente para abastecer al pueblo; y que el lobo enseña los dientes en forma de atentados y comunicados amenazantes, pretende ponerse las pilas y convencernos de que sigamos confiando en él. Demasiado tarde, chato.

Nada más ridículo que ver a la cigarra dejar de cantar y hacer como que trabaja, tanto en el frente antiterrorista como en la trinchera económica. Porque no tiene credibilidad en ninguno de ellos. La misma semana en la que ETA reivindicaba la "ejecución" de los dos guardias civiles en Capbreton y amenazaba con seguir matando, el PSOE se ha empecinado en dejar abierto el portillo de la negociación, al rechazar la petición del PP en el Congreso.

Y ante el disparo del
precio de la cesta, a este Gobierno incompetente no se le ocurre otra cosa que dar no ya gato por liebre, sino conejo por pollo, en un patético intento por quitar hierro al asunto y frenar la indignación popular.

Tratando de
jugar vanamente con la semántica –muy en la línea Zapatero de camuflar la cruda realidad- un lacayo de Agricultura, se inventa los "productos de sustitución". Otra tomadura de pelo como las "soluciones habitacionales", los trujillos cuadrados, las kely finder para encontrar piso, o el progenitor A y progenitor B…

Un señor que no nos conoce de nada se permite darnos consejos sobre lo que tenemos que comer. Conejo mejor que pularda. Y hasta se pone paternalista y dickensiano: En estos tiempos de "máximo consumo, a veces alocado, recomendamos una cesta de la
compra equilibrada…" Y trata de dictarnos la dieta con una "carne sana, ligera, apetecible y barata", igual que la ministra Salgado (que Humphrey Bogart confunda) trataba de salvarnos del nefando onanismo del humo.

Menos homilías y más hacer los deberes. La combinación de nuestros endémicos males estructurales, de dos tsunamis externos (la desaceleración de la economía europea y la crisis crediticia en EE UU) y de la pasividad del Gobierno han propiciado una crisis que se presenta antes de lo previsto.

Los indicadores se han encendido como las lucecitas rojas en el salpicadero del
avión. El modelo de crecimiento español, propulsado por construcción y consumo, hace aguas. El paro ha llegado a la cota de dos millones de desempleados y todo indica que el próximo año otros 350.000 españoles acabarán en la calle. La economía sólo alcanzará un crecimiento del 2´7%, como dice el FMI, y no el 3´3% como señala el Gobierno.

Asfixiadas por el grueso dogal de las
hipotecas, las familias sufren un fuerte endeudamiento. Y para colmo se encuentran con que los alimentos han subido en 2007 más del doble que los salarios.
 
Todo esto tiene una traducción electoral muy clara. No estamos hablando de
música celestial (la unidad de España) sino de una materia mucho más sensible: el bolsillo de los ciudadanos.

De nada sirve que el ministro Solbes salga a estas alturas diciendo que los españoles no "hemos interiorizado lo que significa un euro" o que Zapatero anuncie que va a crear dos millones de puestos de trabajo.O que echen la culpa a la subida del petróleo. ¿Por qué entonces los demás países europeos, que han de
pagar la gasolina al mismo precio, no tienen tanta inflación?

La cigarra se ha quedado sin
crédito. Y los dos meses y medio que le quedan para las elecciones la vamos a ver llorar, mientras le explota en las manos la crisis económica –y el consiguiente descontento popular- y la ofensiva de ETA con nuevos atentados. Pero que no eche la culpa a nadie más. El Gobierno Zapatero se ha metido de cabeza en el berenjenal, sin que nadie se lo pidiera. Con su pan se lo coma.
 
Todas las fábulas tienen moraleja. La de esta la conoceremos en marzo.