PLAN DE ZP, ELOGIO SORPRENDENTE DEL REY Y TORPEDO CONTRA RAJOY
Artículo de Alfonso Basallo en “El Semanal
Digital” del 12 de mayo de 2008
Por su interés y
relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web.
O Zapatero es un mindundi, o alguien
que sabe muy bien lo que quiere y se camufla bajo
el disfraz de frívolo. Quizá las palabras del Rey puede sacarnos de dudas.
"Cuando se les
pregunta por el líder con más influencia del Viejo Continente, los europeos
hablan de Sarkozy, Brown o Angela
Merkel. Pero ni un solo voto cosecha el genio del páramo
leonés. Sencillamente no está, ni se le espera. Humo, nada, bluff"
Cuatro semanas después de este comentario lanzado
por El francotirador,
titulado Los europeos no
creen en los fantasmas, el presidente de las Cejas Circunflejas se
levanta este domingo poco menos
que olor de santidad.
Tomen nota:
1. El Rey hace un elogio inusual, sorprendente y tal vez desmedido de Zapatero. Y no es una declaración cualquiera.
Aunque la periodista le pide la opinión que el monarca tiene de él como
persona, la respuesta es claramente política: "Sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las cosas".
No dice, "le gusta el mus, es muy familiar, tiene un carácter alegre –o reservado-"
No, hace una valoración política.
2. El Mundo le dedica un reportaje humano, donde
le pinta como un personaje cercano y entrañable. Es un retrato de imagen y, en
esa misma medida, también político.
El aparato de
propaganda –que tan bien controla los goebbels monclovitas- se ha puesto en marcha. Un "Zapatero ese hombre" donde habla de Sonsoles o de la
pugna con sus niñas para oir a Supertramp tiene tanta o más fuerza política que
un mitin del líder ante sus huestes o una intervención parlamentaria.
3. Pero es que el
retrato del diario pedrojotista no es únicamente decorativo. No sólo hay
pájaros, flores y pasiones personales –como Tintín
y los bolígrafos- sino también puyas políticas.
La principal de todas, ese misil en la línea de legitimidad de Rajoy, ("No entiende que en
política, el comienzo es más de la mitad de todo"). Una alusión a la falta
de legitimidad del líder popular, aupado por Aznar por procedimiento digital, frente a la "limpieza de origen"
del propio Zp
elegido en el 35 Congreso socialista.
Así pues, tenemos a un Zapatero crecido,
mimado del Rey abajo, auroleado y jaleado por los medios de comunicación.
Que remata el éxtasis dominical con un mitin en Baracaldo (el Día de la Rosa) sacando pecho frente a Ibarretxe
y capitalizando hábilmente el subidón del PSE y Patxi López.
¿En qué quedamos? ¿Es ZP un cero a la izquierda? ¿Un
mindundi? ¿Un indigente que carece de prestigio internacional y que ni está ni
se le espera en las encuestas sobre líderes influyentes en la UE?
¿Es un inconsistente
que no sabe por dónde le da el aire y cuya inanidad da pie para chistes malos?
¿O es un zorro que se esconde bajo el ropaje de petrimete frívolo y atolondrado
como la Pimpinela Escarlata?
Veamos.
El Rey puede equivocarse. Es Rey pero no Dios, gracias a Idem. Ha tenido grandes aciertos a lo largo de su trayectoria, pero
también meteduras de pata. Y su apreciación del presidente socialista puede ser
otro error.
Sorprende que don Juan Carlos
se deshaga en calificativos morales de un mentiroso compulsivo (ahí están las
hemerotecas): "muy honesto", "muy recto", "ser humano
íntegro".
Y llega al colmo cuando habla de
"profundas convicciones". Efectivamente deben estar bajo tierra, de
puro profundas, porque nadie las ha visto.
Pero lo más mosqueante
no es la valoración puramente moral (oiga usted, hasta Séneca que era sabio hablaba bien de su
amigo Nerón);
sino la política. "La gente cree que está divagando… pero no hay nada de
eso. El sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las
cosas".
Una de dos. O el Rey no se entera. Lo cual no
es imposible. Hasta su abuelo Alfonso
XIII se equivocó (y le costó caro). O da en el clavo. Y
entonces es para echarse a temblar, porque eso significa que Zapatero tiene un plan muy concreto para
España.
Lo inquietante no es que sea un chisgarabís,
un busto parlante y circunflejo tras el que se esconden los que de verdad
mueven los hilos, un ventajista espabilado y con reflejos que deja en evidencia
las carencias de su rival Rajoy.
Lo inquietante es que este frívolo tenga unos objetivos claros y un plan muy
concreto para nosotros, Lo inquietante es que no divague.
¿En manos de quién
estamos?