EL MOTÍN DE LA BOUNTY: ¿HAY EN EL PSOE ALGÚN OFICIAL CHRISTIAN CAPAZ DE AMOTINARSE CONTRA EL CAPITÁN ZAPATERO?

 

Artículo de Jesús Cacho  en “El Confidencial Digital” del 12.10.05

 

 Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

En 1787, el marino William Bligh, que había servido como oficial a las órdenes del célebre capitán James Cook en sus viajes al Pacífico sur, fue comisionado por el Almirantazgo británico para realizar un viaje en la goleta HMS Bounty, al objeto de recoger el mayor número de plantas del llamado árbol del pan para ser trasladadas al Caribe donde, tras ser trasplantadas, debían producir comida suficiente para alimentar a los esclavos de las colonias.

El viaje resultó tan duro como todas las grandes singladuras de la época, con las inevitables pérdidas de vidas en la tripulación a cuenta de enfermedades varias. Más difícil de sobrellevar resultó la extraordinaria y absurda crueldad con la que Bligh mandó la nave. Después de una larga estancia en Tahití, donde la Bounty debía embarcar el mayor numero posible de plantas, la goleta puso rumbo al Caribe. Pero en la mañana del 28 de abril de 1789, doce miembros de la tripulación, al mando del primer oficial Fletcher Christian, protagonizaron el famoso motín, haciéndose dueños de la Bounty y dejando al déspota Bligh y a sus seguidores a la deriva en una pequeña chalupa.

El episodio acude estos días a la memoria de millones de españoles a cuenta de singladura enloquecida que el galeón ‘España’ está recorriendo desde que el 14 de marzo de 2004 la mayoría de sus tripulantes decidieran entregar el mando a un simple grumete travestido de capitán, que no sólo se ha demostrado claramente incapaz de pilotar la nave lejos de los peligros de la política diaria, sino que amenaza con hacerla embarrancar al introducirla temerariamente en los bajíos de problemas de tanto calado como la cohesión territorial.

Muchos españoles hablan estos días con los socialistas con los que diariamente se codean para pedirles que hagan entrar en razón al aventado capitán que inmerecidamente nos manda, que no le permitan continuar a un rumbo que conduce al enfrentamiento social y al precipicio, que reflexionen y sigan defendiendo los principios que supuestamente siempre ha defendido el socialismo, esto es, la solidaridad como elemento de cohesión interterritorial y de progreso social.

¿Demasiado tarde? La tripulación del ‘España’ se arremolina ahora en la toldilla de popa murmurando casi a escondidas: “A ver quién arregla ahora este lío”. Pero el lío tienen que arreglarlo quienes lo han generado. No vale echar la culpa al empedrado, es decir, al Partido Popular, como desvergonzadamente se oye y se escribe estos días en los medios del imperio Polanco. Y el primer responsable del lío, por la incapacidad y falta de criterio demostrada, es el señor Rodríguez, presidente por accidente. Y con él, todo hay que decirlo, quienes en el PSOE le han permitido jugar con la pistola cargada, a pesar de ser plenamente conscientes de los riesgos que implicaba ponerla en manos de un niño.

Este monumental lío tiene que arreglarlo el PSOE, so pena de poner en peligro la paz y la prosperidad de que los españoles, y los catalanes con ellos, hemos gozado en las últimas décadas, por cierto las más provechosas de nuestra a menudo turbulenta Historia. Arreglar el lío con el apoyo del PP, mediante un gran pacto con el PP, reconociendo las legítimas aspiraciones de los catalanes de buena fe, o correr el riesgo de generar un conflicto tan grave como artificial, inexistente hace unos años, entre catalanes y el resto de españoles.

De modo que ha llegado el momento de revivir el motín de la Bounty, de relevar al mediocre capitán que nos conduce inexorablemente al desastre, de retomar el rumbo del criterio, la reflexión y la firmeza. Gente con galones y espolones hay en el PSOE como para forzar este golpe de timón y reconducir la nave española por una senda de responsabilidad y el sentido común.

Nos encontramos ante uno de los momentos más trascendentes de nuestra Historia colectiva, desde luego el más importante desde la muerte de Franco. El momento de los verdaderos liderazgos. Y esa misma Historia pasará cuentas a quienes, por compromisos espurios o manifiesta cobardía, no estén a la altura de las circunstancias. ¿Quién, dentro del socialismo español, está dispuesto a desempeñar el papel del oficial Fletcher Christian?