CAMINANDO HACIA LOS 30

 

 Artículo de Jaime CAMPMANY  en  “ABC” del 19/04/05

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

«Señores viajeros: abróchense los cinturones y pongan el respaldo de sus asientos en posición vertical. Estamos aproximándonos a los años 30 del siglo pasado, donde esperamos tomar tierra dentro de algunos minutos». Hace pocos días, los comunistas convocaron una manifestación para pedir el advenimiento de la Tercera República. Por su lado, los falangistas celebraron otra manifestación en favor de la unidad de España. Y por las mismas fechas, un grupo de ultras trató de darle masculillo a Santiago Carrillo en la presentación de un libro sobre «las dos Españas», destrozó la librería donde se celebraba el acto e improvisó allí mismo un «donoso escrutinio».

Todo muy edificante, muy posmoderno, muy siglo XXI. Es admirable la prisa que se han dado estos socialistas de Zapatero en retroprogresarnos hacia la década de los años 30. No sólo es que se esfuerzan en ganar la Guerra Civil, tomar el Alcázar y vencer en la batalla del Ebro, sino que quieren traer de nuevo el 14 de abril y meternos en la «legalidad republicana». Según ha dicho, el propio Zapatero sabe que hasta el Rey es «bastante republicano». Sólo falta que le enseñen a Froilán a cantar lo que cantábamos los niños en el año 31: «Viva la media naranja, viva la naranja entera, vivan los republicanos, muera don Juan de la Cierva». Ahora, en vez de don Juan de la Cierva, habrá que citar cualquier otro personaje, y cantar, por ejemplo: «Viva el limoncillo verde y viva el verde limón, vivan los republicanos, muera Luis María Ansón».

Dice también Zapatero que España camina hacia los años mejores de toda su Historia, que según lo que se ve trascurrir por ahí se referirá precisamente a los años de la década de los 30. Ya tenemos manifestaciones callejeras de comunistas y falangistas. Todavía los manifestantes no han llegado a las manos, ni al garrote goyesco, ni mucho menos a los tiros, pero si esto sigue así de enconado y se va hinchando, todo llegará. Los socialistas están empeñados en que eso llegue, porque es la manera de que ellos intenten ganar esta vez la guerra. Además, Bono tiene al Ejército bajo control y ya no hay peligro de cuartelazo.

En los programas de algunas televisiones, se reeditan los comentarios de aquellos números tan instructivos de «La Traca» y de «Fray Lazo», periódicos que yo leía a la tierna edad de nueve años, y luego me colaba en el Teatro Romea a ver «Las corsarias» y cosas así. Realmente, aquella era una república muy divertida, al menos hasta que empezó el tomate. Ahora, el auge de la aurora republicana se nota en los rostros esplendentes del hijo del guardia civil, Carod-Rovira, y de la republicanita Pilar Rahola, y en las declaraciones de Zapatero. Es lástima que no viva mi pariente José Zorrilla porque podría escribir la segunda parte de «El zapatero y el rey». La republicanita les tiene tanta manía a los curas que no parece sino que el padre Apeles la hubiese dejado preñada. La verdad es que yo tengo debilidad por la republicanita, sobre todo cuando dice eso del «ciudadano Borbón», pero me defrauda porque nunca sale en televisión con la escarapela tricolor. O mejor, con un bikini a franjas, la roja, la amarilla y la morada.