LE LANZO UN DESAFÍO, SR. RAJOY.

 

 Artículo de Alejandro Campoy en su blog “La Rosa Blanca” del 15.10.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 Todos los expertos en mercadotecnia, Sr. Rajoy, coinciden en señalar que el vídeo con su alocución a todos los españoles convocándonos a exibir con orgullo los símbolos nacionales el 12 de Octubre ha sido un gran golpe de efecto y ha causado bastante daño en el PSOE. Pero hemos llegado a un "statu quo" tan crítico en la situación política e institucional que casi ya se ha traspasado el punto de no retorno. Es por tanto, la hora de la "gran política".

Tomemos como premisa que usted gana las próximas elecciones generales por la mínima. Esto no va a solucionar ninguno de los problemas estructurales que el desmonte de la instituciones del Estado realizado durante esta nefasta legislatura ha provocado. Usted se encontrará de nuevo en la necesidad de conseguir apoyos parlamentarios para poder formar Gobierno, y allí estarán otra vez los depredadores de España con el cazo bien dispuesto. Pero esto ya no puede sostenerse por más tiempo, tanto si gana usted como si gana, y Dios no lo quiera, el Sr. Zetapé.

Es el momento de lanzar un órdago a la grande: usted debe aparcar todos los contactos que venga manteniendo con formaciones nacionalistas, sobre todo con CIU, y declarar públicamente que si gana las elecciones sin mayoría suficiente, lo que en la práctica se traduce en la mayoría absoluta, la única formación política con la que está dispuesto a pactar para formar Gobierno será, precisamente, el PSOE. Le aseguro que toda España está deseando oír un mensaje semejante. Pero ésto no puede quedarse en una simple declaración: debe constar por escrito tal compromiso en su programa electoral.

Ahora bien, este compromiso no admite medias tintas ni lenguajes ambiguos ya: no se trata de repetir la tan consabida frase de ofrecer "consenso" ni pactos en determinados temas de Estado: se trata de dejar bien claro a toda la sociedad española con una luminosidad meridiana que la única formación política con la que usted está dispuesto a realizar un pacto de gobierno será el PSOE. Para esto no hace falta acudir a notarios ni idioteces semejantes. Basta con que figure como eje principal de su programa electoral.

Pero tampoco de cualquier manera: resulta evidente que si el PSOE no gana las elecciones y no cae ya directamente en el totalitarismo de reeditar el Cordón Sanitario para impedirle gobernar a usted, su actual directiva debe desaparecer en pleno y renovarse por completo: sólo con un relevo de sus actuales dirigentes podrá usted plantear un pacto de Gobierno con el PSOE. Por lo tanto, la oferta de pacto de gobierno a la alemana no debe realizarse sin condiciones, y la segunda premisa ineludible para este órdago es precisamente la desaparición completa de las personas que han protagonizado la más nefasta legislatura de nuestra historia, empezando por el propio Presidente del Gobierno, y continuando por toda esa corte de Pepiños, Garridos, Rubalcabas y demás recua de infames personajes.

Pero no sea ingenuo, aquí debe usted conservar la inciativa y la delantera que ha conseguido con el efecto de su vídeo: ahora aparece usted marcando la agenda política; no deje pasar, como tantísimas veces, este momento de ventaja y lance ya el órdago de una gran pacto a la alemana. La tarea que tiene por delante es descomunal: recomponer el maltrecho tejido institucional español, plantear una reforma de la Constitución que recupere competencias para el Estado, resuelva de una vez por todas la imprescindible independencia del Poder Judicial, que reajuste el funcionamiento de los partidos políticos y la ley electoral y un largo etcétera que contendrá, necesariamente, pactos de Estado frente al terrorismo y frente a los nacionalismos separatistas para una recuperación de la dignidad y los símbolos del Estado español.

De igual modo, tiene por delante la ciclópea tarea de recomponer nuestras arrasadas relaciones internacionales, de recuperar la confianza de una Unión Europea que asiste pasmada al terrible espectáculo de una nación que se autodisuelve, de recuperar nuestro papel en la misma, que ha pasado de ser uno de los motores en la construcción europea con Aznar a terminar por dos veces ante los Tribunales comunitarios con Zetapé, de recuperar la confianza de nuestros aliados occidentales y restablecer nuestra maltrecha credibilidad en el ámbito atlántico, eso sí, cerrando de una vez por todas y definitivamente el asunto iraquí.

Tiene también la obligación por imperativo moral de alcanzar un pacto lo suficientemente estable en Educación, en políticas familiares, en infraestructuras vertebradoras y cohesivas del conjunto del territorio, en política hidrológica, en la liberalización del mercado audiovisual y mediático, en fin, en todos aquellos aspectos en los que el actual Gobierno ha ido dejando un desierto por allá por donde ha puesto el pié.

Pero todo esto sólo puede realizarse mediante una alianza y un gobierno de gran coalición entre el PP y el PSOE. Un PSOE que debe despertar de una vez por todas de su cainismo y su rencor guerracivilista, un PSOE que debe despojarse por completo de todo aquello que ha supuesto el zapaterismo, un PSOE que se haya reciclado lo suficiente como para poder representar lo que ahora mismo encarna Rosa Díez, y que no es otra cosa que el verdadero socialismo moderno, avanzado y europeo que necesita España.

Me dirá usted que mi "desafío" peca de ingenuo y falto de realismo, pues con el actual PSOE no es posible ningún pacto; que los actuales dirigentes son los que harán las listas electorales y colocarán en los sillones del Congreso a los más sumisos de sus esclavos, incapaces de la más mínima réplica, y tendrá razón en todo ello. Pero si el PSOE pierde las elecciones y usted lleva su órdago en su programa electoral, todas esas cuestiones las tendrán que resolver ellos consigo mismos y ante su electorado, y tendrán que dar muy buenas explicaciones si rechazan su oferta de pacto, amén de los que de inmediato empezarán a moverle el sillón a Zetapé. En todo caso, usted mantiene la iniciativa política y ofrece al conjunto de la sociedad la única opción que hoy en día podría llegar a ilusionarla. Usted sólo gana con esta apuesta, no tiene nada que perder.

Insisto: no es necesario que acuda al notario, pero haga declaración formal y pública lo antes posible de que en el supuesto de ganar por mayoría simple las próximas elecciones sólo pactará con un PSOE libre de su actual directiva. Cierre la puerta a los nacionalismos y demás grupos minoritarios clara y públicamente por adelantado, no les dé ninguna esperanza de poder volver a influir en el Gobierno de la nación, y tenga la absoluta seguridad de que conseguirá un efecto fulminante ante la sociedad española en general y dejará al PSOE ante su propio electorado entre la espada y la pared. Pero todo sin Zetapé; es condición indispensable e ineludible. Es su momento, Sr. Rajoy: o quema las naves y se lanza al riesgo de la "gran política" o usted y su partido ya no tendrán nada que hacer, y por desgracia, España tampoco.