REMEDIO ZP PARA LA CRISIS: NEGARLA
Artículo de José María Carrascal en “ABC”
del 07 de febrero de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web
¿Es
posible la cuadratura del círculo, convertir la noche en día o que dos y dos
sean cinco? Pues sí, para Zapatero es posible, según nos muestra su último plan
contra la crisis, presentado con toda fanfarria a los agentes sociales, que lo
han acogido con complacencia. Un plan, coinciden todos, generalista,
inconcreto, ambiguo, equívoco incluso. Los detalles se los deja a sindicatos y
empresarios. Ese es, precisamente, su punto flaco. Porque el demonio se esconde
en los detalles y los equívocos llevan derecho a las equivocaciones.
Sindicalistas y empresarios han leído en las propuestas del presidente sólo lo
que les conviene. Unos leen que no habrá rebaja en las indemnizaciones por
despido; otros, que podrá haberlas. Unos deducen que se aumentará la contratación
indefinida; otros, que habrá más flexibilidad en la contratación. Unos, que los
trabajadores no perderán ningún derecho adquirido; otros, que se recortarán.
Estos, que el gobierno no tomará medidas drásticas; aquellos, que las tomará.
Todo ello incluye el vagaroso, amorfo, suculento informe presentado por el
presidente, pródigo en párrafos que empiezan «Debería ser posible examinar
si...» o «No debiéramos desechar el debate sobre...», un amagar y no dar que se
pierde en el alambicado mundo de la especulación y la fantasía, en el que todos
ganan y nadie pierde, tan grato a Zapatero. Cuando la única forma de gobernar
es que todos pierdan algo para que todos puedan ganar algo. Pero ese no es el
mundo de Zapatero, nunca lo ha sido. Estamos ante una de esas afortunadas
criaturas que nada de cuanto ha conseguido le ha costado el menor esfuerzo,
incluida la presidencia del gobierno. Le ha caído del cielo regalada, y piensa
que todo tiene que funcionar así, sea acabar con ETA, vertebrar España, aliar
civilizaciones y, ahora, salir de la crisis. No es un optimista antropológico,
como viene diciéndose. Es un producto de su privilegiada experiencia vital, que
le ha conformado, como a cada cual la suya. Para él, es posible, como apunta en
su documento, extender la contratación a tiempo parcial y, al mismo tiempo,
penalizar la temporalidad, reducir la jornada laboral y fomentar la
contratación de jóvenes, mantener los derechos adquiridos y crear otros nuevos,
contentar a los críticos de fuera y satisfacer a los de dentro. Por creer,
incluso cree que es posible importar modelos laborales de Alemania, como si los
españoles fuéramos alemanes y nuestros sindicatos y empresarios fueran
empresarios y sindicatos alemanes.
La
realidad que le espera fuera de la sala donde se reunió con los agentes
sociales va a decirle que lo que no puede ser, no puede ser y, además, es
imposible, como decía el torero. Claro que él es antitaurino.
Y anticrisis. Es su forma de vencerla: negándola.
«Estamos en el umbral de la recuperación», dijo al salir de la reunión. ¿No les
suena?