¿LA HORA DEL PP?
Artículo de José María
Carrascal en “ABC”
del 21 de junio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
No es la hora de
sentarse ante la puerta de casa a esperar ver pasar el cadáver del enemigo
«Nada trae
tanto éxito como el éxito», dicen los anglosajones, que de esto saben un
montón. Los españoles podríamos decir «Nada trae tanto al fracaso como el
fracaso». El PP vuela en las encuestas, mientras el PSOE se desploma,
arrastrado por un gobierno que se equivoca incluso cuando acierta.
Tras
haber traicionado a todo el mundo, Zapatero ha terminado traicionándose a sí
mismo, quiero decir a sus ideales, a los que le votaron. Y lo hace, para mayor
escarnio, obedeciendo órdenes de fuera, para salvarse él. Eso no se perdona.
Por más disculpas que ponga, por más razones que dé. Por más que se envuelva en
la bandera y más patriotismo que proclame. Si fuera un patriota de verdad,
reconocería que se ha equivocado de medio a medio y se iría a casa. O, al
menos, formaría un gobierno de coalición nacional. O convocaría elecciones.
Pero no
hace nada de eso. Sigue diciendo que la situación es salvable, que vamos por el
buen camino, que la recuperación está a la vista, Sigue racaneando, mareando la
perdiz, sin acabar de hacer lo que le han ordenado y él ha prometido. Nada de
extraño que su partido pierda votos a chorros y que el PP le aventaje en
algunas encuestas en más de trece puntos,
Pero que
se anden también con cuidado los populares. Esa ventaja no viene de votos que
hayan ganado. Viene de votos que ha perdido su rival en los últimos meses y aún
semanas. Algo bastante aleatorio en los tiempos actuales, de corrientes cada
vez más rápidas y trayectorias imprevisibles. Esos votos pueden volver al PSOE
en caso de cambio en su cabeza, pueden dirigirse hacia otras formaciones que
resulten más atractivas o pueden quedarse en casa el día de la elección si el
PP no les ofrece bastante confianza.
Para
ofrecerla, pues a todas luces no la ofrece hoy, tiene que empezar a actuar como
partido de gobierno. ¿Qué quiere decir eso? Pues quiere decir tener en cuenta
los intereses generales del país y no los suyos específicos. Dicho de otra
forma: no actuar en clave electoral. Para claves electorales ya hemos tenido de
sobra con Zapatero. El PP tiene que hacer algo distinto, y lo primero es,
repito, no buscar alianzas con los nacionalistas, por más que éstos le
faciliten el acceso al Gobierno. Antes, buscar la alianza con los socialistas
no pertenecientes al clan Zapatero e incluso con Izquierda Unida, si ésta se
bajara de su dogmatismo. O intentar gobernar en minoría. Todo menos aliarse con
los nacionalistas, que sólo buscarán su beneficio, a costa de España,
naturalmente.
No es la
hora de sentarse ante la puerta de casa a esperar ver pasar el cadáver del
enemigo. Es la hora de hacer lo que no ha hecho, no hace y no hará el enemigo.