ZAPATERO VUELVE A CONVERTIRSE EN AVALISTA DE OTEGI AL PRECIO DE PERDER EL APOYO DE RAJOY

 

 Artículo de Antonio Casado  en “El Confidencial Com” del 02.06.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Hace pocos días el ministro Rubalcaba recomendó no polemizar en público con un partido declarado fuera de la ley. Saludable consejo frente al matonismo de quienes no respetan las reglas del juego. La declaración del ministro tenía un cierre preocupante. Un segundo consejo: hablar poco en público y mucho en privado. Algunos nos preguntamos entonces: ¿Querrá arreglar Zapatero lo de ETA como arregló lo del Estatut, encerrado en Moncloa con Arnaldo Otegi o con Josu Ternera?

La peor de las hipótesis empieza a ser verosímil después de saber que Moncloa da luz verde al diálogo político de los socialistas con Batasuna, el "interlocutor necesario", dice por boca de Patxi López, antes de confirmarse el fin de la violencia y sin que este partido ilegal haya expresado su rechazo a la misma.

El Gobierno ha patinado y sólo tiene margen para asumir el error y rectificar inmediatamente. Si no, peor para el Gobierno. Y peor para Rodríguez Zapatero, que no se ha comportado como hombre de palabra en su inesperado acercamiento a un partido con las manos manchadas de sangre y la mirada puesta en la Audiencia Nacional. Es lo que nos faltaba por confirmar: Zapatero, inesperado avalista de Batasuna ante el juez Marlaska.

Al autorizar tratos políticos con un partido ilegal en contra de lo anunciado -era doctrina oficial que nunca lo haría sin previa aceptación de lo dispuesto en la Ley de Partidos-, ha volado los ya frágiles puentes de consenso con el PP -pilar derecho del sistema, tan necesario como el izquierdo-, según confirmó ayer Mariano Rajoy. "Rodríguez Zapatero ha engañado a cuarenta y cuatro millones de españoles", dijo Rajoy. Y tiene razón, a mi juicio.

El presidente del Gobierno no sólo ha engañado a los ciudadanos, sino que también se desmiente a sí mismo cuando habla del respeto a las reglas del juego como un pilar de la democracia.

El miércoles por la mañana le explicó a Josu Erkoreka (PNV) que el respeto a la legalidad es el límite del derecho de autodeterminación, envasado en ese eufemismo de nueva planta que responde a la expresión "derecho a decidir". Si llegado el caso Zapatero mantiene el mismo respeto a la legalidad que ha mostrado con su inesperado respaldo a los tratos políticos con Batasuna antes de confirmar el fin de la violencia, el sueño soberanista del nacionalismo vasco vuelve a cotizar al alza.

Peor es la excusa, pobre, infantil, traída por los pelos. Que se trata de pedir a Batasuna que renuncie a la violencia y se atenga a lo dispuesto en la Ley de Partidos Políticos. Como si el brazo político de ETA no hubiera recibido ya ese recado por tierra, mar y aire. O como si para eso fuera necesario reunirse. ¿No será que se les va a ofrecer algo a cambio? Eso nos tememos. Y, en ese caso, estaríamos pisando otra raya roja. Sería un nuevo incumplimiento de la palabra dada.