IMPOSIBLE PACTO PSOE-PP: EL REY PREDICA EN EL DESIERTO CON SUS APELACIONES AL CONSENSO

 

 Artículo de Antonio Casado  en “El Confidencial Com” del 10.01.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 Con una apostilla a pie de título: ¡¡ESTAN SUICIDANDONOS!! (L. B.-B., 10-1-06, 7:00)

 

Mariano Rajoy vuelve a poner el dedo en la llaga. Dice que sería un “error histórico” aprobar el Estatut de Cataluña sin el acuerdo de “media España”. Y reitera su ofrecimiento de mano tendida del PP al Gobierno.

“Querrá decir puño tendido”. La frase es de Cándido Méndez, secretario general de UGT, pero refleja el sentir del estado mayor de Zapatero, donde creen que el PP no pretende pactar con el Gobierno sino romperle el espinazo para restablecer la normalidad interrumpida el 11-M.

Palabras mayores que resultan mezquinas frente a las del Rey en la Pascua Militar, desleídas en el eco estrepitoso de las pronunciadas por un general imprudente. Don Juan Carlos, al que corresponde el mando supremo de las Fuerzas Armadas, volvió a apelar al “espíritu de reconciliación, concordia y consenso”.

Palabras extraviadas en la crónica de un suceso lamentable. Y el suceso lamentable se tragó también las de Gabriel Elorriaga, que iba dispuesto a glosar la apelación al consenso y acabó improvisando una reacción torpe al discurso del teniente general Mena Aguado.

Ayer, al terminar la primera reunión de la dirección del PP después de las fiestas, Rajoy volvió a intentarlo. Se refirió a la amplia demanda de que el PSOE y el PP se entiendan en el nuevo Estatuto de Cataluña, y luego remató: “Yo estoy dispuesto. Quiero dejar claro ante la opinión pública que es Rodríguez Zapatero el que no quiere”.

No lejos de la calle Génova, el presidente del PSOE, Manuel Chaves, más madrugador, colaboraba en este diálogo de besugos: “¿Que por qué no acercamos al PP? Depende de ellos. Nadie se lo impide. No será posible porque han tomado la decisión política, de carácter estratégico, de no comprometerse en la negociación del Estatut”.

Servidor ya ha escrito en varias ocasiones que el aislamiento del PP es la apuesta política del PSOE y del propio PP para esta Legislatura, en dosis variables de necesidad y virtud, aunque la carga de la prueba deba recaer sobre quien lleva la iniciativa por estar en el poder.

Zapatero tiene más capacidad de maniobra por ser poder, pero muy poca por serlo gracias a quienes han pactado la exclusión política del PP. Un eventual pacto PSOE-PP sobre el Estatut, forzosamente excluyente de ERC, significaría para Zapatero la ruptura del actual bloque de gobernabilidad (PSOE-ERC-IU).

Rajoy lo sabe y presiona sobre ese punto débil de Zapatero sin correr el riesgo de que le apaguen el farol, salvo en la hipótesis despreciable de un gobierno de concentración nacional PSOE-PP para el que, más allá de climas artificiales, no se dan las condiciones.