EL PP ESTÁ SOLO

 

 Artículo de Pablo Castellano en “La Razón” del 20.12.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Con un muy breve comentario a pie de título:

 GRACIAS DESDE EL AGUJERO (L. B.-B., 20-12-05, 11:00).

 

Algunos socialistas de siempre empezamos a no sentirnos tan solos. Desde Cataluña se sienten con mucho mayor intensidad las tinieblas aportadas por los líderes de la pseudoizquierda. Los que sondeamos todos los días por oficio la conciencia popular somos muy conscientes del nivel de degradación y ceguera en que han sumergido nacionalistas y lumbreras de izquierda a una sociedad que no se lo merece (L. B.-B., 20-12-05, 11:00).

 

La satisfacción de la cúpula del PSOE por la soledad en que han colocado al PP no tiene límites, bueno sí los tiene en la intranquilidad de algunos de sus «barones», y la indignación nada encubierta de muchos, muchísimos, de sus vasallos. La herencia recibida del felipismo de «quien se mueva no sale en la foto», «quien se revuelve no vuelve» y «a quien no acata, la estaca», hace de los militantes auténticos siervos de la gleba, y de sus mandos un auténtico aparato policíaco al servicio del César. El PP no es que esté sólo es que solo le han dejado defendiendo en Cataluña que los castellanoparlantes tienen derecho a ser educados en su lengua, a tener rótulos en español y que, por normalización lingüística del catalán, no se entienda que el castellano, su uso, aprendizaje y hasta su disfrute literario o cinematográfico, convierta a los que de él se sirven en anormales lingüísticos y, por ende, en anormales ciudadanos, frente al nacionalista de pedigrí, linaje y masía. Al PP también se le está dejando solo en la lucha contra el terrorismo, en la condena de la hipocresía de Batasuna y en el rechazo del nacionalismo. No se entiende el interés, por algunos socialistas poco informados, sólo útiles para poner carteles del líder, y hacer de servicio de orden, en dejar solo al PP para que defienda una política exterior que sea compatible entre el respeto a otras naciones y sus banderas, sin el menor asomo de asunción de sus directrices políticas y no reducir todo a la nueva diplomacia del tercermundismo de Moratinos, que, con tal de poner de manifiesto un grosero e infantil antiamericanismo, nos convierte en cómplices de la masacre de subsaharianos perseguidos como alimañas por la gendarmería marroquí, en carceleros del frente polisario, en reeducadores «por la reja » de los disidentes cubanos y en suministradores de armas a Chávez. La diplomacia de respeto a los gobernantes si no va seguida de la solidaridad real con los pueblos que los sufren no es de izquierdas, es más bien de camarillas, unidas generalmente por la adoración al becerro de oro. A muchos socialistas, incluso del PSOE, no les gusta que el PP se quede solo en Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Baleares pidiendo igualdad para todos los españoles, y que sus localidades o autonomías no sean todas expresión de sus deseos y compromisos de equidad, justicia y bienestar, sin privilegios histéricos ni históricos. ¿El PP se va a quedar solo queriendo que la enseñanza sea igual para todos los chicos, y que al enseñar la historia no se les diga a los críos de los pastores del puerto de Echegarate que los hijos de los pastores de Burgos o de la Serena , o de los albañiles de Madrid, son unos desgraciados dominadores de los fabricantes de paños de Sabadell o de los navieros del Nervión, y que como nunca tuvieron fueros, o si los tuvieron los enterraron con los privilegios de aristócratas y caciques, no pueden ser de la misma condición cívica? A veces puede ser preferible estar sólo que mal acompañado.