LOS “OTROS” DEL PSOE

 

Artículo de Eusebio Cedena Gallardo  en “El Semanal Digital” del 06/05/05

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

  

Existe un buen puñado de notables en el socialismo español que anda seriamente contrariado con la deriva del Gobierno Zapatero. Se les ve desorientados y fuera de sitio ante algunas importantes iniciativas y decisiones, también silencios, que salen de La Moncloa, especialmente aquellos que tocan el modelo de Estado, la cohesión territorial y los derroteros de la "cuestión vasca". La política del Ejecutivo socialista, que se mueve más en el terreno pantanoso y enfangado de los cálculos electorales y la aritmética parlamentaria que en el de las convicciones y las ideas, está llevando a Zapatero a aparecer ante los suyos como un político de pensamiento débil y de principios moldeables, cuya acción de gobierno, ambigua hasta lo inefable en cuestiones esenciales, adolece de poca consistencia y solidez, anda sin nervio y se sostiene sobre un pilar intelectual y moral manifiestamente mejorable.

Vamos, que Bambi sigue siendo Bambi, aunque ahora viva en palacio, y a algunos relevantes socialistas el guirigay fuera de norte en que se ha convertido la política española les chirría en los oídos y no tienen más remedio que saltar al ruedo nacional para decirlo a voz en grito. La falta de firmeza ante la propuesta de financiación autonómica de Maragall, la tibia irresponsabilidad zapateril ante el PCTV y la vergonzosa reunión a oscuras ZP-Ibarretxe de ayer son sólo lo último de lo último, pero el primer año socialista ha dado para mucho. He asumido la mala costumbre de preguntarme más de un día, al hilo de tan lamentable actualidad, dónde estaría hoy Zapatero si la infamia del 11-M no se cruza por el medio para cambiar el signo de las cosas. La respuesta mira al limbo.

El caso es que socialistas como Alfonso Guerra, Redondo Terreros, Rodríguez Ibarra, Rosa Díez, Chaves, Gotzone Mora, Barreda, Bono, incluso Felipe González hacen poco esfuerzo por disimular los malestares que, a cada cual el suyo, les provoca la vida española del momento, capitaneada con felicidad inconsciente e infinita por el Presidente de la Sonrisa y el Talante, ese hombre. Especial enfado tienen los barones regionales, temerosos tal vez de la fuga masiva de votos en sus territorios si prosigue la genuflexión ante Carod y el tripartito. Son los "otros" del PSOE, un grupo muy heterogéneo pero visible y relevante que parece sentirse incómodo en este socialismo español de hoy en día, desaliñado a tres bandas por Zapatero desde La Moncloa, Rubalcaba en el Congreso y Blanco al frente del barco de Ferraz. El trío tralará que no consigue frenar esta incipiente rebelión a bordo desatada en sólo un año de poder y que, aunque tocarán "prietas las filas", ya se verá donde termina, en fin.