RUBALCABA, CHACÓN Y BLANCO SE REÚNEN A SOLAS TRAS EL BATACAZO DEL GOBIERNO

LOS TRES MINISTROS DESATAN LAS ESPECULACIONES

 

 

Informe de  Daniel Forcada  en “El Confidencial” del 27 de mayo de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Por los pelos y con una enorme carga de tensión reflejada en el rostro del presidente hasta el último momento. José Luis Rodríguez Zapatero no ha respirado tranquilo hasta que, pasadas las doce y media de la mañana, José Bono ha confirmado el resultado previsto. Por un solo voto de diferencia y con todos los diputados socialistas votando en bloque a favor de los recortes, el Gobierno ha salvado su tijeretazo y, de momento, también su futuro político a corto plazo. Amarga victoria, sin embargo, porque por primera vez el PSOE ha perdido el apoyo de un grupo tan trascendental como el de Convergencia i Unió, sin cuyo apoyo en los próximos presupuestos peligra su propia supervivencia en el poder.

Desde el Gobierno, su secretario de Estado de Comunicación, Félix Monteira, se esforzaba, acabado el pleno, en vender la soledad del Ejecutivo para aplicar los recortes como un “valor” a tener en cuenta en política. Y a pesar de que hay hondos motivos para sentirse preocupados, la votación, aún por la mínima, era considera como una gran victoria. "El Gobierno se ha quedado solo, pero ha ganado. Solo, pero no débil, por lo que, en definitiva, el Gobierno ha salido reforzado”, explicaba. “Hoy tocaba un plan de ajuste coordinado por los países europeos. Y a pesar de que estamos en un clima de desgaste político y de competencia electoral, el Gobierno ha ganado dos victorias en una, porque también nos preocupaba mucho la tramitación lenta del decreto”.

Un optimismo que, sin embargo, no se reflejaba en  los semblantes de otros miembros del Gobierno. Muy significativa ha sido la reunión que, en un apartado de la cafetería del Congreso, han mantenido, nada más acabar el pleno, tres de las personas con más peso en el entorno de Zapatero, el ministro de Fomento, José Blanco, el de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la titular de Defensa, Carme Chacón. ¿Un comité de crisis? En sus conversaciones no habrá pasado por alta la frase tan contundente y premonitoria que, desde la tribuna, ha pronunciado el portavoz de Convergencia, Josep Antoni Duran i Lleida, al pedir, abiertamente, un adelanto de las elecciones. "El problema señor presidente es usted. Se acabó su etapa”, le ha espetado. Una advertencia preocupante para los socialistas que deja en manos del PNV que el Gobierno pueda o no seguir gobernando a la vuelta del verano, cuando se reabra el debate sobre los presupuestos. La reunión a parte de los tres ministros ha desatado muchas especulaciones en el propio grupo socialista.

Sin embargo, el grupo socialista ha demostrado tener bien adiestradas a todas sus filas, en las que no ha faltado ni un solo de los diputados y en las que tampoco nadie ha cometido un error en la votación. “Si es que cuando el PSOE se pone…”, comentaba con ironía en los pasillos un importante miembro del grupo socialista.

Llamativo y muy sorprendente ha sido, sobre todo, que José Luis Rodríguez Zapatero no haya tomado la palabra durante toda la mañana, algo a lo que tiene pleno derecho en cualquier momento del debate. El presidente ha permanecido silente en su escaño durante toda la sesión, mientras escuchaba como le zarandeaban sin consuelo desde la izquierda y la derecha de la Cámara. Tampoco ha solicitado intervenir después de que lo hubieran hecho todos los portavoces, por más que José Bono le haya mirado de reojo antes de dar iniciar el segundo punto del orden del día. Un gesto, el silencio de Zapatero, que ha generado un intenso revuelo en las filas del PP, que trabajaba con la hipótesis de que el presidente intervendría al final del debate.

“Todos nos hemos quedado estupefactos. Qué falta de gallardía”, explicaban destacados miembros de la dirección del PP. “El Gobierno no se ha defendido, tampoco de las intervenciones de los que aun absteniéndose le han dado cera por todas partes”, señalaba otra persona del entorno de Rajoy.

De hecho, el líder de la oposición se había preparado una posible réplica en el caso de que el presidente tomase la palabra. Desde el PP, señalan, sin embargo, que al líder de la oposición no se le ha quedado nada en el tintero. “Rajoy fija posiciones desde la tribuna, no demandas”, han argumentado para señalar porqué el presidente del PP no ha pedido también un adelanto electoral. “Rajoy no va a contribuir con su voto a que Zapatero siga ahí, porque el principal problema de confianza de España es él”, añadían. “En el fondo es lo mismo que lo que ha dicho CIU, que está condicionada por las próximas elecciones catalanas”.

Fuentes parlamentarias confirman que Convergencia i Unió ha debatido hasta el último momento, no sin una enorme tensión entre los dos partidos que conforman la coalición, su postura final en la votación. Los convergentes han optado, finalmente, por el pragmatismo y por una abstención que, aunque de momento, le salva la papeleta al Gobierno, le saldrá muy cara al Ejecutivo a la vuelta de unos meses.