PESOS PESADOS DEL PSC LLAMAN A LA REBELIÓN CONTRA EL PSOE EN MADRID

Reclaman un Grupo Parlamentario propio en el Congreso

 

Informe de  José L. Lobo / Alberto Mendoza en “El Confidencial” del 22 de julio de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El 'conseller' de Economía, Antoni Castells (EFE).

La vieja aspiración del sector más soberanista del PSC de contar en el Congreso de los Diputados con un grupo parlamentario propio, al margen del PSOE, recibió ayer un nuevo impulso por parte de un destacado grupo de dirigentes del partido, encabezado por el ex primer secretario y eurodiputado Raimon Obiols y el conseller de Economía, Antoni Castells, promotores de una corriente interna del socialismo catalán denominada Nou Cicle (Nuevo Ciclo).

En un documento difundido ayer en internet con el título D'on venim, on som, on anem: la posició de Nou Cicle davant del moment actual a Catalunya i a Espanya (De dónde venimos, dónde estamos, a dónde vamos: la posición de Nuevo Ciclo ante el momento actual en Cataluña y España), la corriente soberanista del PSC hace un duro alegato contra la sentencia del Tribunal Constitucional que recorta el Estatut, y reclama que los socialistas catalanes "recuperen su voz propia en el Congreso".

Además de Obiols y Castells, otros tres miembros de la Ejecutiva que encabeza José Montilla suscriben el manifiesto de Nou Cicle: Maria Badia, secretaria de Política Europea e Internacional y eurodiputada; Daniel Font, secretario nacional del partido y diputado en el Parlament, y Joan Ignasi Elena, alcalde de Vilanova i la Geltru (Barcelona) y ex primer secretario de la Juventud Socialista de Cataluña.

"Los catalanes somos una anomalía"

El documento sostiene que para los magistrados del Tribunal Constitucional "y para el nacionalismo español que tienen detrás, los catalanes somos unos españoles que nos hemos equivocado y a los que hay que corregir. Nos quieren corregir porque nos ven como una anomalía molesta, una indisciplina, un error, una amenaza. Y nos plantean drásticamente un ultimátum separador: o aceptas que la única nación es España o estás fuera de la Constitución".

Según la corriente liderada por Obiols y Castells, "la provocación fría y deliberada de la sentencia es espectacular. Después de cuatro años de plena normalidad en la vigencia y aplicación del nuevo Estatut, un Tribunal Constitucional dividido, contaminado y deslegitimado, después de un proceso penoso, anómalo y degradado, ha creado, de una manera totalmente artificial e irresponsable, una situación muy grave de confrontación". Y añade: "El nacionalismo español quiere crear una confrontación dentro del conjunto del Estado entre radicalismos antagónicos: catalanofobia contra hispanofobia, alimentándose mutuamente".

La corriente crítica considera que "un talón de Aquiles del PSC es la cuestión de su grupo parlamentario en el Congreso", del que los socialistas catalanes disfrutaron durante los primeros años de la Transición hasta su definitiva integración en el grupo del PSOE en 1982.  El documento admite que "la reinvindicación inmediata del restablecimiento del grupo parlamentario crearía una perturbación adicional al Gobierno socialista en un periodo de crisis económica y política", pero añade a continuación que "el PSC necesita recuperar su propia voz en el Congreso, y hay que lograr un compromiso [con el PSOE] en este sentido". De esta forma se conjuraría el peligro de que el socialismo en Cataluña "se divida entre una franquicia subordinada al PSOE y un socialismo catalanista subordinado al nacionalismo".

Resurge el debate

El debate en el seno del PSC sobre la idoneidad de recuperar el grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados ha resurgido periódicamente desde 1982, año en que se integró definitivamente en el del PSOE. El último dirigente en defender con fuerza esta idea fue Pasqual Maragall, quien reclamó abiertamente la autonomía de los diputados catalanes en el marco de un proyecto catalanista y federal con el que impulsó el nuevo Estatut. Precisamente, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el texto estatutario ha sido el desencadenante de Nou Cicle a favor de recuperar la voz propia en Madrid.

Cabe recordar que el PSC no es una federación más del PSOE, sino un partido independiente que firmó un protocolo de unidad con Ferraz. De hecho, el Partit dels Socialistes de Catalunya es la suma de tres fuerzas progresistas catalanas: el Partido Socialista de Catalunya (Congrés), la Federación Catalana del PSOE y el Partido Socialista de Catalunya (Reagrupament). Estas formaciones se fusionaron en julio de 1978 en el Congreso de la Unidad Socialista para dar lugar al PSC.

Hasta 1982, al igual que los socialistas vascos y navarros, el PSC mantuvo su propio grupo parlamentario en Madrid, contando con destacados portavoces como Ernest Lluch, asesinado por ETA en 2000, y Eduardo Martín Toval. Sin embargo, tras la arrolladora victoria del Felipe González en las elecciones de aquel año los tres grupos socialistas se unificaron, comprometiéndose a respetar la disciplina de voto. Una disciplina que ni siquiera se ha roto para respaldar en el Congreso la resolución sobre el Estatut propuesta por Montilla y aprobada en el Parlament.