EL HASTÍO DE LA POLÍTICA SE
DISPARA EN CATALUÑA: EL VOTO EN BLANCO LOGRARÍA MÁS DE 10 ESCAÑOS
ES EL CUARTO 'PARTIDO' EN LOS
SONDEOS
Informe
de José L. Lobo en “El
Confidencial” del 27 de noviembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.
La desafección y el hastío de los catalanes hacia la clase política pueden
alcanzar una cota histórica en las elecciones de mañana domingo. Y no sólo
por la creciente amenaza de la abstención, que roza un escandaloso 50%, sino por la previsible
eclosión del voto en blanco, que se perfila como la cuarta opción con más escaños en
el Parlamento autonómico, sólo por detrás de CiU, PSC y PP.
El voto en blanco,
que en las últimas elecciones autonómicas, celebradas en 2006, llegó al 2%,
podría cuadruplicar con creces ese porcentaje y superar el 9%, según apuntan los últimos sondeos. Si esos votos computasen
podría haber hasta 12 escaños vacíos en el Parlament,
pero la vigente ley electoral lo impide.
El artículo 96, apartado 5, de la Ley Orgánica del
Régimen Electoral General (LOREG) indica que "se considera voto en blanco,
pero válido, el sobre que no contenga papeleta". Sin embargo, esas
papeletas no se traducirán en escaños mientras no se reforme la ley.
Eso es, precisamente,
lo que reclaman Ciudadanos
en Blanco y Escons en Blanc (Escaños en
Blanco), dos partidos políticos muy singulares que concurren juntos en los
comicios de mañana. Ambas formaciones se muestran dispuestas a recoger "el
voto del descontento de la sociedad con la clase política, contribuyendo a la
mejora de la democracia y haciéndola más abierta y participativa".
"Ni un solo
euro"
La principal reivindicación
de la coalición es que el voto en blanco compute, y su única promesa electoral,
tan explícita como esta: "Dejar vacíos los escaños en el Parlament y no cobrar un solo euro ni aprovechar
ninguna de las ventajas que el acta de diputado les pudiera comportar",
según el comunicado que hicieron público el pasado mes de octubre, cuando ambas
formaciones anunciaron que concurrirían juntas a las urnas.
Los ciudadanos
catalanes ya lanzaron un serio aviso a la clase política en el referéndum
para la reforma del Estatut. La participación
ni siquiera alcanzó el 50% (se quedó en un bochornoso 48,8%), y hubo más de
137.000 votos en blanco, que representaron el 5,29% de las papeletas
emitidas". Pero ese voto de castigo en forma de sobre vacío puede verse
ampliamente superado mañana si se cumplen los pronósticos.
El candidato de IC-V
a la Generalitat, Joan Herrera, defendió la pasada semana la reforma de la ley
electoral para que el voto en blanco se traduzca en escaños. "Es una
buena manera de recordar la desafección de los ciudadanos durante toda la
legislatura, y no sólo el día de las elecciones". Una reivindicación
idéntica a la formulada por el cabeza de lista de Ciutadans,
Albert Rivera, que defiende que los votos en blanco se transformen en
escaños vacíos en el Parlament porque
"así recordarían los políticos que hay gente que vota y que les dice que
algo no va bien".