EL
PSC PERFILA SU NUEVA CÚPULA: BUSCA LÍDER CON IMAGEN, EXPERIENCIA Y QUE HAYA
SIDO ALCALDE
“LA RENOVACIÓN DEPENDERÁ DE LOS RESULTADOS DE LAS MUNICIPALES”
Informe
de A. Fernández (Barcelona), en “El Confidencial”
del 13 de diciembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.
Experimentado,
transparente, con imagen positiva y con liderazgo. Ése es el perfil de cada uno
de los integrantes de la futura dirección del Partit dels Socialistes de Catalunya
(PSC). Serán
los nuevos capitanes que jubilarán
a los que en 1995 tomaron las riendas del partido descabalgando a la vieja
guardia. La diferencia es que ya no serán exclusivamente “los del Baix Llobregat”, sino líderes territoriales que pertenecen a las cuatro provincias
catalanas, enraizados en el territorio. “Nadie sobra. Los que han estado en
primera línea hasta ahora seguirán arrimando el hombro. No se prescindirá de
sus servicios, pero en estos momentos es preciso una renovación a fondo de discurso y
de caras”, señala a El Confidencial un miembro de la cúpula
socialista.
A estas alturas, todos
saben que los resultados de las municipales del próximo mes de mayo
determinarán los nombres que coparán la nueva cúpula. Así lo manifestaba a este
diario, hace unos días, un alto dirigente del PSC. El secretario de
Organización, José Zaragoza, ratifica esta
percepción: “Es evidente que la nueva dirección dependerá de los resultados
electorales”, afirma. Y añade que
“tras los resultados negativos de las autonómicas, hemos de afrontar ahora esa
batalla”. En esta tesis, según el dirigente socialista, coinciden todos los
hombres de peso del partido, aunque hay alguno que va por libre y se desmarca
del camino marcado.
El principal escollo
será la estrategia que plantea el ala catalanista del PSC, en la que se
encuadran nombres como el consejero de Economía, Antoni Castells, o el consejero de Educación, Ernest Maragall. Para algunos, el principal problema es este
último, que cuenta con más adeptos dentro del aparato del partido. Pero ambos
han lanzado ya a los cuatro vientos la necesidad de cambiar radicalmente de
discurso y de estrategia, amén de escenificar el cambio de rumbo con la
creación de un grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados al
margen del PSOE. Otra consejera afín a este sector, Marina Geli,
responsable de Salud, matizó esta semana esta petición y rechazó que ésa deba
ser una prioridad. Lo prioritario, dijo, será hacer llegar a los ciudadanos un proyecto
transversal, catalanista, plural y de renovación.
Pero los aspavientos
reclamados desde el ala catalanista no tienen mucho eco dentro del partido. “En
estos momentos, toca centrarse en las municipales. Lo que no habrá será
cambios bruscos de rumbo, sino un
debate en profundidad y sereno sobre cómo recuperar la confianza de los
ciudadanos”, señala un dirigente destacado a este diario. Por tanto, no toca
plantear ahora una batalla contra el PSOE ni lanzarse a crear un grupo
parlamentario propio en Madrid para desgastar aún más al Gobierno de Rodríguez Zapatero. “¿De qué nos serviría ahora mismo un grupo
propio? ¿Es
que acaso íbamos a votar diferente del PSOE en los grandes temas, alineándonos
con la oposición?”, argumenta la
misma fuente.
“Voz propia” en el
Congreso
El alcalde de Lérida, Àngel Ros, uno de los valores en alza, señaló a la
agencia Europa Press
este sábado que es partidario de que el PSC tenga “voz propia” en el Congreso,
al margen del PSOE. Y eso puede hacerse con un grupo parlamentario propio o con
“otras fórmulas”. Pero también existen inconvenientes para desechar la creación
inmediata de un grupo: primero, habría que negociarlo con el PSOE; y, además, ha de
pedirse al inicio de la legislatura. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, otro de los ediles que cobran cada día mayor
peso, se manifestó horas antes con contundencia sobre la petición de Castells y Maragall: considera que la petición de grupo
propio es “infantil y caricaturesca”.
El tema, sin embargo, y en eso coinciden todos, deberá debatirse en un
congreso, y no llevarlo a un debate público que solamente desgastaría al partido.
Todo el fin de semana ha
habido reuniones importantes, como la cumbre de alcaldes o el consejo nacional
del partido, donde el líder, José Montilla, hizo una profunda autocrítica, asumió sus responsabilidades, se autoacusó de haber sido débil a la hora de ejercer el
liderazgo en el Gobierno. También acusó a sus socios, ERC e ICV, de estar más
pendientes de gestos para recoger votos que de gobernar. En otras palabras, les
echó en cara que no habían dejado de poner palos en las ruedas durante la
última legislatura, y eso pasa factura. Asimismo, cargó contra el PSOE, que no
puso las cosas fáciles a los socialistas catalanes en temas como la
financiación autonómica, el Estatuto o los traspasos. Y como telón de fondo, la
crisis económica, el monstruo que temía el PSC, cuyos dirigentes ya
venían anunciando desde hace meses que les iba a pasar factura en las
catalanas.
Por todo ello, el
consejo nacional aprobó una resolución muy clara, en uno de cuyos puntos dice
que “el análisis de los resultados y el necesario impulso a la renovación del
PSC requieren un debate profundo del conjunto del partido, que habrá de culminar en el
próximo congreso ordinario que
será convocado después de las elecciones municipales”.
Repunte en las municipales
Los socialistas están
convencidos de que la caída en las municipales será menor. “Las elecciones
locales siempre han sido diferentes. En las autonómicas, partíamos de un
contexto malo para el Gobierno. Pero en los municipios, nuestros alcaldes lo han hecho
bien y eso lo valoran los ciudadanos”, señala Zaragoza. Otros dirigentes consultados también coinciden en este
análisis, aunque asumen que la percepción de la crisis pasará factura de algún
modo a sus candidatos.
Especialmente importante
será la batalla de Barcelona, donde Jordi Hereu ha sufrido tal desgaste que las encuestas le
dan virtual perdedor frente al candidato de CiU, Xavier Trias. Hereu, a quien la dirección del PSC le había
dado un ultimátum hasta fin de año para remontar en las encuestas, ha comenzado
a mover fichas para asegurarse ser de nuevo el candidato. La poderosa
Federación de Barcelona, que controla su hombre de confianza, Carles Martí, ya le ha elegido públicamente como su hombre.
E incluso ha lanzado la posibilidad de que el ex consejero de Cultura, Ferran Mascarell, sea su número dos. De este modo, mata dos
pájaros de un tiro: llevaría a una figura de peso en la lista y se asegura de que no le
dispute el puesto a Hereu en unas primarias. “Hereu tiene como
prioridad en estos momentos hacerse un perfil de cara a las municipales o está
muerto. Todos sus movimientos van
por este camino”, señala un dirigente socialista a este diario. El alcalde de
Barcelona no las tiene todas consigo, ya que si hay más candidatos y tiene que convocar
primarias, el partido podría darle la espalda en beneficio de una cara nueva.
“De todos modos, zanja la misma fuente-, es pronto para tomar una
determinación. Ahora hay que encontrar distancias y equilibrios que nos
permitan encarar las municipales y el posterior congreso”.