EL PSC TACHA DE “PUÑALADA TRAPERA” EL FICHAJE DE MASCARELL POR ARTUR MAS

Su acercamiento a Convergencia comenzó ya en 2006

Informe de  A. Fernández (Barcelona).-  en “El Confidencial” del 27 de diciembre de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Foto de archivo de Ferran Mascarell (EFE).

El PSC está enfadado. Y todo por culpa de la oferta del nuevo presidente de la Generalitat, Artur Mas, de ofrecer el cargo de consejero de Cultura a Ferran Mascarell, uno de los destacados exponentes del ala más catalanista de los socialistas. Fue una jugada de Mas para escenificar un Gobierno plural y sin etiquetas, aunque en realidad cuenta con varios consejeros de la época de Jordi Pujol y varios importantes cargos más que ya habían mantenido responsabilidades antes de que CiU perdiese el Gobierno catalán, entre ellos Francesc Homs (nuevo secretario general de Presidencia) y Germà Gordó, nuevo secretario del Gobierno.

En realidad, Mas ya había echado el anzuelo a Mascarell hace tiempo, aunque el dirigente del PSC le dio entonces calabazas para que su actitud no fuese aprovechada electoralmente por los convergentes. Pero ahora, pasados los comicios, ya no tiene este problema.

Durante todo el fin de semana, Artur Mas mantuvo contactos con el dirigente socialista para que aceptase su oferta. Con esta maniobra, además, rubrica su victoria en las urnas, consolidada más tarde con el acuerdo escenificado con el PSC para que este partido se abstuviese en la segunda vuelta de la investidura y facilitase el nombramiento del líder convergente. La incorporación del socialista a su gabinete es, pues, el broche de oro a su investidura y también un durísimo golpe a su eterno rival, el PSC.

Aunque en algunos círculos se equipara la estrategia de Mas a la del presidente francés Nicolas Sarkozy, que incorporó ministros socialistas a su gabinete, en CiU rechazan toda comparación. De hecho, desde el mismo momento en que Artur Mas anunció que incorporaría a su Gobierno a gente que no tuviese el carnet de Convergencia ni de Unió, estuvo desmintiendo que su estrategia fuese similar a la de Sarkozy. “Un Gobierno de los mejores implica que cabe la posibilidad de que pueda haber gente de otro partido, pero hay que tener en cuenta que Mas gobernará en solitario y que la acción de Gobierno será la que marque él”, comentaba a este diario un alto cargo de CiU.

Fuentes del partido socialista admiten que el fichaje de Mascarell es “una puñalada trapera”, aunque el líder socialista, José Montilla, estuvo al corriente, en todo momento, de las conversaciones. Oficialmente, el PSC destaca en una breve nota que la decisión de Mascarell es de “carácter personal” e implica “sumarse a un proyecto político muy diferente del nuestro”. En privado, las críticas son duras. “Ha preferido alinearse con el poder renunciando a los postulados socialistas, ya que el programa de Gobierno de CiU no tiene nada en común con el nuestro”, afirma un alto dirigente socialista a El Confidencial. A pesar de todo, seguirán vigentes los acuerdos firmados por CiU y PSC para que ambas formaciones negocien los “temas de país” durante la legislatura. O sea, que la inclusión del socialista en el ejecutivo del convergente no interferirá en las relaciones mutuas.

El acercamiento a Convergència

El porqué de la aceptación de Mascarell a formar parte de un Gobierno convergente tiene varias explicaciones. Primero, porque Mascarell ha estado siempre alineado con las tesis catalanistas. Su presencia en foros nacionalistas impulsados por CiU ha sido una constante en los últimos años, desde que José Montilla no contó con él para entrar en el Gobierno en el 2006. Algunas fuentes afirman que desde esa época “ha ido muy por libre, aunque ha mantenido el contacto con el PSC”. En realidad, la cartera de Cultura había pasado a manos de ERC, por lo que era difícil su encaje en el gabinete de Montilla. Pero también es verdad que, a pesar de haber sido elegido diputado, abandonó su escaño tres meses más tarde. Según las fuentes consultadas, el ya ex militante socialista no dudó en colaborar a menudo con la Fundación CatDem (la antigua Trias Fargas), que pertenece a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y durante los últimos veranos ha asistido a encuentros vacacionales en la Costa Brava que reunían a lo más granado de los dirigentes convergentes. Además, tras las últimas elecciones, fue firme partidario de votar a favor de la investidura de Artur Mas en la primera vuelta.

Por otro lado, Mascarell ha visto cómo su carrera hacia la alcaldía de Barcelona se cerraba con la postulación de Jordi Hereu como aspirante del PSC. Un sector de los socialistas duda de las posibilidades de Hereu y apuesta por una cara nueva y de peso. Mascarell era quien tenía más opciones, pero la Federación de Barcelona se interpuso en su camino. Incluso la cúpula del partido estaba dispuesta a sacrificar a Hereu, cuya imagen en las encuestas sale malparada, en beneficio de Mascarell a pesar de su alineamiento con los catalanistas.