JORDI PUJOL ABANDONA LA DISCRECIÓN E IRRUMPE EN LA ESCENA POLÍTICA CON UN ALEGATO CONTRA LA FINANCIACIÓN

Informe de  Antonio Fernández  en “El Confidencial.com” del 21 de julio de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

Con una apostilla a pie de título:

CAMBIEN SÓLO CUATRO PALABRAS:

"Lo que cuenta para que un país sea respetado políticamente y también económicamente es que lo sea su ordenamiento jurídico e institucional. No se puede construir un país en base a subastas y habilidades puntuales, sino sobre un entramado sólido de leyes fundamentales. Para eso se ha hecho la nueva Constitución, que es la que ahora marca la diferencia con la situación anterior. Si esto no es respetado por los de fuera y defendido desde dentro, no tendremos un futuro colectivo estable y realmente constructivo" (J. PUJOL).

Luis Bouza-Brey (21-7-09)

"Sé por experiencia lo que significa negociar con el agua al cuello y tengo el suficiente sentido de la responsabilidad como para no dejarme arrastrar por la crítica fácil". Así se expresaba esta mañana el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, en un insólito posicionamiento público sobre la nueva financiación que ha pactado el Gobierno central y que Convergència i Unió (CiU) rechaza.

 

El resumen de la alocución de Pujol es sencillo y evidente: cree que el pacto de financiación no es un buen acuerdo porque "incumple el Estatuto; no resuelve de una manera suficiente ni bastante clara el problema de la financiación de Cataluña; y no elimina los factores de insuficiencia, fragilidad e incerteza que pesan sobre las finanzas de la Generalitat. Consecuentemente, no garantiza que Cataluña pueda hacer en el futuro una política lo suficientemente potente de modernización, de incremento de la competitividad y, por tanto, de crecimiento económico y de atención social y ciudadana a toda la población, que permita reforzar la cohesión social, la convivencia, la promoción de las personas y su integración".

 

Su postura contraria al acuerdo parte de una reflexión contundente: "Lo que cuenta para que un país sea respetado políticamente y también económicamente es que lo sea su ordenamiento jurídico e institucional. No se puede construir un país en base a subastas y habilidades puntuales, sino sobre un entramado sólido de leyes fundamentales. Para eso se ha hecho el nuevo Estatuto, que es el que ahora marca la diferencia con la situación anterior. Si esto no es respetado por los de fuera y defendido desde dentro, no tendremos un futuro colectivo estable y realmente constructivo". Comenzó su declaración -leída y sin preguntas de la prensa- con una reflexión personal. "Ha sido norma mía, desde el final de mi presidencia de la Generalitat en diciembre del 2003, procurar intervenir poco, o cuanto menos mejor o nada, en los debates propiamente políticos. Esto no significa que haya renunciado a mi apasionado interés por Cataluña y por su gente", dijo de manera solemne.

 

El ex mandatario catalán reconoció que "la nueva financiación será mejor que la que teníamos. Pro ha sido siempre así: lo fue en el año 1993 pactando con el PSOE y también en los años 1996 y 2001 pactando con el PP". Y lo mismo ocurre con el texto estatutario: "Hemos discutido el nuevo Estatuto durante años y lo hemos aprobado en el Parlamento con el 90% de los votos. Se negoció con el Gobierno español y se discutió y aprobó en las Cortes. De estas discusiones, salió un Estatuto sensiblemente recortado, pero a pesar de todo mejor que el anterior y aceptado y ratificado en referéndum por el pueblo de Cataluña. Tiene toda la lógica del mundo y es de justicia que reclamemos su cumplimiento y el caso es que el nuevo acuerdo no lo cumple: no se ajusta al modelo de financiación incluida en el nuevo Estatuto".

 

Para Jordi Pujol, "si después de tantos recortes, Cataluña acepta que la financiación no se ajuste al Estatuto, ¿cómo podremos defender nuestro derecho? En esto y en todo: en dinero ahora mismo, en competencias, en respeto institucional, en temas lingüísticos y culturales, etcétera". El ex presidente de la Generalitat subrayó que "se entiende que por desconcierto y por cansancio -el proceso ha sido extenuante-, haya gente dispuesta a aceptar este acuerdo o el que sea, incluso que vulnere el Estatuto y nos cierre puertas de futuro. Pero también se ha de entender y hasta agradecer que haya gente dispuesta a asumir la responsabilidad de denunciar el incumplimiento del Estatuto y, ahora especialmente, de sus disposiciones financieras".

 

Los intereses de Andalucía

 

Este fin de semana, los dirigentes de CiU Francesc Homs, Antoni Fernández Teixidó y Antoni Castellà, ya explicaron la posición de la formación nacionalista en este tema. Homs echó mano del documento que el consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, utilizó en enero para rechazar la propuesta que acababa de hacerle el entonces vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes. En dicho documento, se destacaban 11 ámbitos que hacían inviable la propuesta.

 

Ahora, según el dirigente convergente, se mantienen 9 de aquellos escollos. "Cuando nos plantean la cifra de 4.028 millones de euros en el 2012 que prevén un ITE (evolución de los ingresos tributarios del Estado) del 3% anual, nos plantean una hipótesis no creíble, ya que en del año actual es de -3,3%, hemos de crecer hacia el positivo y el consejero Castells no lo dijo (...) ¿Cómo puede decir alguien que creceremos un 3% anual? ¿Cómo se puede afirmar con esta ligereza? Se dice para hacer cuadrar las cifras de la propaganda, no las reales".

 

Para los dirigentes de CiU, el acuerdo dejará a más de 300.000 catalanes fuera del modelo, ya que la población de Cataluña, según el pacto, es de 7,3 millones de habitantes, mientras que el padrón figuran más de 7,4 millones de ciudadanos y, por si fuera poco, en la comunidad existen más de 7,6 millones de tarjetas sanitarias. "Se han aplicado criterios de cálculo que interesaban a Andalucía y a otras comunidades autónomas, no lo que dice el Estatuto". En consecuencia, el hecho de que no se reconozca esta bolsa de población hace que la Generalirat haya de asumir 458 millones de euros "para los servicios esenciales del Estado del Bienestar; así, Cataluña tendrá menos dinero por habitante que la media".

 

Críticas de los socialistas

 

Las palabras de Pujol fueron contestadas inmediatamente por el secretario de Organización de los socialistas, José Zaragoza. "El acuerdo de financiación es una aplicación rigurosa del Estatuto", afirmó Zaragoza. Y, aunque dijo respectar la opinión del ex presidente de la Generalitat, subrayó que CiU "se ha obsesionado con un error", aunque "todavía están a tiempo" de sumarse al acuerdo. Según el dirigente del PSC, muchos dirigentes convergentes reconocen en privado que el acuerdo de financiación ha superado todas las expectativas, pero en público arremeten contra él para "quitarle brillo a la victoria de Cataluña". El secretario de Organización socialista arremetió también contra el PP por dar "una imagen sectaria y mentirosa de Cataluña" y comparó su actitud con la demagogia que los populares ya utilizaron cuando se negoció el Estatuto.