ETA, ZP Y LA TEORÍA DEL DOMINÓ



 Artículo de Lorenzo Contreras en “La Estrella Digital” del 25.08.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

De nuevo a la carga. De nuevo manifestación “abertzale” inspirada por los internos etarras. Una “marcha” en Bilbao que el fiscal general del Estado “absuelve” porque “no ve” la conexión entre los manifestantes, que van a pedir, como siempre, la autodeterminación del País Vasco, con ETA ni con Batasuna, que son lo mismo. Nombres supuestamente “blancos” están al frente como organizadores de este nuevo y monumental fraude de ley, contra la Ley de Partidos que sigue teóricamente en vigor. Fraude aunque el fiscal general, que está a los órdenes del Gobierno, diga que la Fiscalía “responde siempre de manera constitucional al interés de la ley y de la imparcialidad”. Sobre todo eso: imparcialidad. Como si ante una legalidad los poderes que velen por la legalidad pudieran declararse imparciales, que viene a ser igual que neutrales.

ETA sigue presionando. Le resulta insoportable que el Gobierno, con quien pactó el alto el fuego permanente, no cumpla su parte del contrato. Y tiene prisa. La organización terrorista tiene prisa. Quiere cuanto antes la derogación completa de la Ley de Partidos para que su brazo político, con el nombre que sea, participe en los procesos electorales venideros y puede, desde la legalidad usurpada a golpe de chantaje, realizar su labor de erosión de los fundamentos del Estado unitario, con Navarra al fondo como precio principal.

Algunos podrán pensar que Zapatero es muy hábil y juega con ETA. Juega a incumplir los compromisos porque ya logró lo principal: que la banda deje de matar y, de esta manera, le proporcione un aval electoralista de primera categoría. Pero se equivoca. ETA siempre va a tener en su mano, aparte del terrorismo de supuesta “baja intensidad”, el arma del asesinato. Si Zapatero no paga el precio convenido bajo cuerda, ETA sabrá pasarle factura cuando menos le convenga. Empezar a matar en una nueva etapa antes de que las urnas funcionen, en revancha por el olvido de los compromisos, pondría en serio peligro la victoria electoral que Zapatero persigue para la renovación de su mandato. Otros cuatro años vitales para él y perniciosos para España.

Ya está medio anunciada la claudicación del Gobierno por la vía de la negociación abierta. ETA no engaña. Lo hace Zapatero con su política entre ingenua y tortuosa. Parte del supuesto de que la dialéctica que va a abrirse será una especie de Talleyrand a la española, capaz de enredar a gente sin escrúpulo y bien asesorada. Pero el enredado va a ser él. Va a sufrir lo que suele entenderse como abrazo del oso. Y el oso no perdona. Aprieta y ahoga hasta conseguir el éxito de asfixiar a su pretendido domeñador o cazador. El cazador cazado.

ETA, por tanto, tiene a Zapatero en su poder porque conoce su debilidad fundamental: necesita los votos electorales cuando la ocasión se presente. Un par de asesinatos bien elegidos o un secuestro conmocionante, siempre posibles los dos supuestos, y la banda se habrá tomado el desquite contra la palabra incumplida o el compromiso violado. Es harto probable que no se llegue a ese extremo porque Zapatero capitulará y las concesiones serán importantes. Importantes para las aspiraciones independentistas. ETA no le teme al líder socialista. Teme más al PNV, al que quiere arrebatar el primado de la victoria sobre España.

Victoria política y territorial. Ya lo anunció Alfonso Guerra allá por los comienzos de abril, antes de graparse los labios y callar para siempre, salvo milagro en contrario. Guerra, actual presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, consideró entonces inquietante la “desviación territorial” de los contactados en detrimento de los planteamientos ideológicos. Y advirtió que eso fue precisamente lo que ocurrió con la disolución de la antigua Unión Soviética. Aquí todo puede empezar por Navarra. Algo así como la teoría del dominó.