LA CONSPIRACIÓN DE SAVATER Y ROSA DÍEZ 

 

 Artículo de Lazaro Covadlo en “El Mundo” del 25.05.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

La noticia de que Fernando Savater y Rosa Díez proyectan un nuevo partido es un soplo de aire puro y fresco en la viciada atmósfera actual.

 

Hay políticos de todos los pelajes, pero admitamos que no abundan los que aúnan inteligencia, cultura, sensatez y honradas intenciones.

Sí, sí, seguro que los hay, no vayan a salir ahora con que uno esgrime el clásico argumento derechista o nihilista que infama a todo un colectivo, sólo digo que el cardumen está muy contaminado, hasta el punto de que el ideal de democracia participativa deriva tristemente hacia una estupidocracia generalizada y a este paso llegará la hora en que un candidato a cualquier Alcaldía (¿Miguel Sebastián?) exhiba ante las cámaras una tapa del Pronto otra cutrez semejante para rebatir los argumentos del adversario.

Necedad, corrupción y cutrez vodevilesca impregnan la política española, en la que imperan el esperpento, la chulería, las bajas pasiones y el pensamiento reptilíneo (que no rectilíneo), lo digo por el cerebro primitivo del reptil, que parece estar rigiendo la cosa pública, en contra de la inteligencia cortical propia de la humanidad más consciente.

Hubo en la historia política de este país representantes de la inteligencia y la cultura ilustrada, hubo muchos, pero basta recordar a Gaspar Melchor de Jovellanos, que en su día fuera traicionado, perseguido y marginado por la perversa estolidez reinante. Pareciera que gente como Jovellanos fuese un lujo que España no puede permitirse. Pero no sólo puede, sino que hoy se hace más necesario que nunca que la inteligencia y la honradez empiecen a jugar fuerte ¡Animo Fernando!, ¡ánimo Rosa!

Nadie puede negar que Rosa Díez ha dado sobradas muestras de valentía y honradez, cualidades que comparte con Savater, que además es una de las cabezas pensantes más lúcidas de este país.

¿Habrá que recalcar que este filósofo y ensayista, al que nunca se le ha oído decir nada que carezca de originalidad y sentido, es de lo mejorcito que tenemos entre la intelectualidad española? Como valor agregado posee un agudo sentido del humor, lo que es muy de agradecer, dado el tedioso repertorio de tontos graves y sermoneadores solemnes que copan la escena política nacional.

A todo esto, no podía faltar la inevitable reacción y el consabido coro de berridos: nos sale un Llamazares y cacarea que se trata de intereses inconfesables y de una fuerza política inventada para confundir al electorado de izquierda. ¿Quién la inventó, Gaspar?, ¿la CIA, Dzerchinski, Beria, o la Hermandad Blanca del Tibet? Esta gente, con sus delirios conspirativos del tiempo de la guerra fría, siempre tan poco original e imaginativa: ¡qué aburridos! Por otro lado, aparece Eduardo Zaplana, que al parecer es de los que creen que los demás se chupan el dedo, y les propone que apoyen al PP. como única alternativa.