ETA EXIGE LA AUTODETERMINACION EN CINCO AÑOS

 

Josu Ternera ha hecho llegar a Patxi López el documento con las condiciones de la banda

 

Informe de Enrique de Diego en la revista “Epoca” num 1093 del 17 de marzo.

 

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El dirigente etarra `Josu Ternera' ha hecho llegar al PSE el documento en el que se indican las condiciones de la banda terrorista para iniciar lo que eufemísticamente ha pasado a denominarse "proceso de paz"; es decir, la negociación que se iniciaría con la declaración de una tregua por parte de ETA. El documento, que según nuestras fuentes de la lucha contraterrorista y del propio PSE, ha estado en posesión del secretario general del socialismo vasco, Patxi López, antes de llegar al Gobierno, establece tres condiciones fundamentales:

1.Legalización de Batasuna para poder concurrir a las elecciones locales.

 

2.-Compromiso del Gobierno para la celebración de un referéndum de autodeterminación en el plazo de cinco años.

 

3.-Puesta en libertad de todos los presos etarras en el plazo de ocho años. Según nuestras fuentes, ETA pone fecha a la legalización de Batasuna, el primero de los gestos' exigidos al gabi­nete Zapatero. Se trataría de que esa medida estuviera en marcha o anuncia­da para el Aberri Eguna (día de la pa­tria vasca), el 16 de abril.

 

Para la banda terrorista, es el Go­bierno el que tiene que dar el primer paso, lo que puede dificultar la capacidad de maniobra del Ejecutivo español, que, a lo largo del mes pasado, estuvo esperando un comunicado de ETA condeclaración unilateral de tregua que satisficiera la condición establecida en el acuerdo del debate del estado de la na­ción del pasado año, que hablaba de "abandono definitivo de las armas".

La segunda condición establecida por `Josu Ternera' en el documento, fruto del debate interno concluido a comienzos de año en la banda terrorista, es la celebra­ción de un referéndum de autodetermi­nación. Es decir, ETA no renuncia a su objetivo básico, para el que surgió, y del

que, además, intenta mantener la condición de vanguardia del nacionalismo, por delante del Partido Nacionalista Vasco.

 

SIN EXCEPCIONES

 

En cuanto a los presos, se pretende la excarcelación completa, sin excepcio­nes, sin distingos sobre delitos de sangre o no, en el plazo de ocho años. No sería, en el tiempo, el objetivo prioritario, sino una consecuencia del proceso.

Fuentes del socialismo vasco conside­ran que el documento de Josu Ternera ha sido transmitido por el "interlocutor" Arnaldo Otegi a través del "mediador" Francisco Egea, director de división de servicios corporativos de FEVE, mano derecha del presidente del PSE, Jesús Eguiguren. El pasado mes de octubre ÉPOCA desveló que Josu Ternera estaba siendo objeto de seguimiento por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, concretamente de la Guardia Civil, sin que se procediera a su detención. Al pa­recer, para no dificultar la negociación. Este hecho parecía más extraño si se tiene en cuenta de que hay orden de búsqueda y captura por el atentado de la casa cuartel de Zaragoza. Josu Ternera fue quien dio la orden de atentar contra casas cuarteles para matar hijos de guardias civiles -"conseguid ataúdes blancos" fue la consigna- para debilitar la moral de los miembros de la Benemérita. En el atentado de la casa cuartel de Zaragoza murieron cuatro niños.

 

Aquejado de un cáncer -del que unos dicen que está curado, mientras en su entorno familiar se transmite más bien la sensación de que está grave-, José Antonio Urruticoechea Bengoechea se mueve entre Francia, Bélgica y Alemania, en cuyo aeropuerto de Frankfurt un informante del servicio de información de la policía -concretamente de la Jefatura Superior de Extremadura- indicó haberle escuchado el 14 de febrero (apenas un mes antes de los atentados del 11 de marzo) la terrible amenaza de terrorismo indiscriminado: "Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces de hacer".

Urruticoechea siempre ha sido un duro entre los duros, hasta que la nueva estrategia del Gobierno le ha situado como el partidario de la negociación. Participó en el asesinato de Carrero Blanco, ya que estuvo involucrado en el robo del explosivo en el asalto al polvorín de Hernani (Guipúzcoa). Su ascenso meteórico en la estructura de la banda fue parejo a su oposición a los partidarios de la negociación como Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, y Eugenio Etxebeste, Antxon. Utilizó las conversaciones de Argel para reorganizar la banda, dañada por operaciones policiales.

 

La división entre Josu Ternera, o sus tesis, y las de Cherokee, aún siendo real, entraña un elemento de ficción. ETA ha funcionado desde siempre con un frente militar y otro político, en el que se incluyen Batasuna y el sindicato LAB. Se trata de conseguir el fin último -la autode­terminación, independencia más poder total- mediante la confluencia de ambos frentes. En el debate interno concluido en ETA se trata de dictaminar qué frente hay que potenciar en una situación concreta. Si el objetivo puede conseguirse mediante el frente político, el militar puede replegarse y reorganizarse. Como recuerdan fuentes de la lucha contraterrorista, "ETA siempre ha aprovechado las treguas, y el descenso de la presión policial, para reforzarse".

 

EL FACTOR MARLASKA

 

La voluntad negociadora del Gobierno se está topando con la resistencia del Estado de derecho. Si primero fue el Tribunal Supremo el que frenó la excarcelación de los condenados con el Código de 1973 -lo que ha levantado las iras del grupo socialista contra Francis­co Hernando-, luego ha sido el juez Fernando Grande Marlaska, sustituto de Baltasar Garzón en el Juzgado de Instrucción n° 5 de la Audiencia Nacional, el que ha llamado a declarar a Arnaldo Otegi y a otros cinco dirigentes del entramado proetarra. Otegi, que se encuentra en libertad provisional, bajo fianza de 400.000 euros, ha eludido - hasta el cierre de este número de la revista- un previsible ingreso en prisión mediante una oportuna "bronquitis". Otegi se ha situado como el "interlocutor de ETA" y, en ese sentido, han salido en su defensa el Gobierno autónomo vasco y el PNV, a pesar de que Batasuna ha situado últimamente a ese partido en la diana de sus críticas.

Para el Gobierno vasco, la posibilidad de encarcelar  a Arnaldo Otegui es "un sinsentido jurídico y una estupidez política. Para Josu Jon Imaz supondría "un paso muy negativo "fruto de la judicialización de la justicia", aunque, no obstante, "existen suficientes factores objetivos para seguir avanzando hacia la paz, por encima de coyunturas puntuales".

 

Otegi encabezó la troika -con Pernando Barrena y Rafael Díez Usabiaga- que comenzó los contactos en el caserío Txillarre de Elgoibar, a los que asistían Jesús Eguiguren y Francisco Egea García. Sin embargo, algunas fuentes consideran que el papel de Otegi se ha devaluado ante la banda terrorista, cuyo hilo directo se establecería ahora a través de Joseba Permach, un donostiarra, licenciado en Ciencias Económicas, procesado por integración en ETA y coordinador de Batasu­na, el brazo político.