ANÁLISIS ELECTORAL (I): TRASVASES DE VOTO Y

ANÁLISIS ELECTORAL (II): ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE ESTRATEGIA

Artículo de Luis del Pino en “Libertad Digital” del 12 de Marzo de 2008

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

El análisis de las transferencias de voto que se han producido entre unos partidos y otros en estas elecciones arroja algunos resultados curiosos.

Cada provincia tiene sus peculiaridades y las transferencias de voto no son iguales en las diferentes circunscripciones. Vamos a centrarnos en las dos con más habitantes, Madrid y Barcelona, que además son, por motivos distintos, las dos que tienen más interés: Madrid porque es en ella donde UPyD ha obtenido su único escaño y Barcelona porque es en Cataluña donde el PSOE ha cosechado buena parte de sus nuevos diputados. El análisis se ha realizado, en ambos casos, a partir de los resultados cosechados en cada uno de los municipios de las dos provincias.

MADRID

La matriz de transferencia de voto de estas elecciones en Madrid es la que a continuación se indica. Los votos se muestran en miles. La fila final, marcada con el título DEC CENSO, refleja la pérdida de censo electoral que se ha producido entre 2004 y 2008, y que hemos repartido proporcionalmente entre los distintos partidos. La fila y la columna de abstencionistas (ABS) incluyen los votos blancos, los votos nulos, los votos a partidos testimoniales y las abstenciones propiamente dichas.

PP	PSOE	IU	ABS
1577	1545	225	1112	AÑO 2004
PP	1723	1305	120	6	292
PSOE	1379	76	1157	76	70
IU	164	15	29	120	0
UPD	131	92	15	4	20
ABS	947	43	187	13	704
DEC. CENSO	115	46	37	6	26
AÑO 2008

Como puede verse, el PP ha tenido una gran fidelidad de voto, de un 85% aproximadamente. Además, ha logrado movilizar a casi 300.000 abstencionistas y le ha arrebatado 120.000 votos al PSOE. A cambio, de las personas que en 2004 votaron al PP unas 90.000 han otorgado su confianza esta vez a Rosa Díez, otras 75.000 se han pasado al PSOE y unas 40.000 se han abstenido. Con todo ello, el PP ha incrementado sus votos en unas 150.000 personas.
El PSOE ha tenido una fidelidad de voto menor, del 76%. Ha perdido 120.000 votos en favor del PP y otros 190.000 se han ido a la abstención. Esas pérdidas se han visto parcialmente compensadas por 75.000 votos provenientes del PP, otros 75.000 de IU y otros 70.000 de la abstención. Con ello, la caída global del PSOE ha sido de 170.000 votos.
Izquierda Unida, con una fidelidad de voto de sólo el 55%, pierde uno de cada tres votantes en favor del PSOE, sin conseguir por su parte trasvases significativos desde otros partidos. Con ello, su caída total es de 60.000 votos.
Finalmente, UPyD obtiene el 70% de sus votos del PP y otro 15% de anteriores abstencionistas. Sólo 15.000 votantes del PSOE han pasado a votar a Rosa Díez, que cosecha un total de 130.000 sufragios.

BARCELONA

En cuanto a Barcelona, la correspondiente matriz de transferencia de voto es la siguiente:

PP	PSC	CIU	IU	ERC	ABS
485	1268	587	198	429	1040	AÑO 2004
PP	466	387	49	30
PSC	1296	1102	17	59	58	60
CIU	544	14	463	5	51	11
IU	154	125	29
ERC	184	184
ABS	1249	70	79	91	4	95	910
DEC. CENSO	114	14	38	16	5	12	29
AÑO 2008

Como puede verse, la fidelidad de voto de los distintos partidos es muy variable: PP 82% (algo menos que en Madrid), PSC 87% (significativamente más que en Madrid), CIU 81%, IU 64% (significativamente más que en Madrid) y ERC 44%.
Los trasvases de voto hacia la abstención se producen desde casi todos los partidos: 70.000 votantes del PP, 80.000 del PSC, 90.000 de CIU y 95.000 de ERC han decidido esta vez quedarse en casa. En el caso del PP, hay que resaltar que parte de esos 70.000 votos no han ido a la abstención propiamente dicha, sino a cubrir los 30.000 votos obtenidos por Ciudadanos y UPyD en Barcelona.
En el sentido inverso, los únicos partidos que cosechan votos de anteriores abstencionistas son el PP (30.000), el PSC (60.000) y CIU (10.000).
Aparte de esos pequeños trasvases hacia y desde la abstención, las únicas transferencias significativas de voto en Barcelona son las que afectan a ERC y a IU. Con respecto a IU, la situación es prácticamente igual que en Madrid: uno de cada tres de sus votantes, aproximadamente, se han decantado esta vez por el PSC, aunque esa bajada se ha compensado con votos procedentes de ERC.
La sorpresa mayor es la de ERC. En contra de lo que en un principio parecía, los votos perdidos por ERC no los ha absorbido el PSC, sino que se han repartido entre PSC, CIU, IU y la abstención. De hecho, ERC ha perdido casi el doble de votos en favor de la abstención que del partido de José Montilla. Por tanto, no es que ERC haya sido absorbida por el PSC, sino que Esquerra Republicana ha sufrido una auténtica explosión interna, que ha dinamitado su base electoral.
Con todo ello, el PP pierde 20.000 votos, el PSC gana 30.000, CIU pierde 40.000, los mismos que IU, y ERC se deja 250.000 sufragios.

ANÁLISIS ELECTORAL (II): ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE ESTRATEGIA

Artículo de Luis del Pino en “Libertad Digital” del 14 de Marzo de 2008

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

En el artículo anterior veíamos las matrices de transferencia de voto en Madrid y Cataluña, que arrojan algunos resultados interesantes:

En Madrid, que es donde más se ha hecho patente la toma de la calle por parte de la resistencia cívica al gobierno de Zapatero, lejos de disminuir los votos del PP, lo que se ha producido es un importante incremento de los populares, gracias a la movilización de un número significativo de abstencionistas y a que se la arrebatado un número de votos no menos significativo al propio PSOE. Como resultado, el PP tiene hoy en Madrid más votos que el PSC en toda Cataluña. Y eso, con una participación que ha superado en Madrid el 80%.
En Cataluña, el PSC ha subido gracias a la absorción de votos de IU y, en menor medida, de ERC, y a que la fidelidad de los electores socialistas ha sido en Cataluña significativamente mayor que en otros lugares. Teniendo en cuenta aspectos como, por ejemplo, el caos de las infraestructuras vivido en Cataluña en esta última legislatura, ¿puede sostenerse categóricamente que son sólo cosas como la economía o las cuitas de la vida cotidiana las que mueven a los electores a mostrar su rechazo a un gobierno? ¿Hubiera logrado el PP en Cataluña una subida similar a la experimentada en Madrid si se hubiera sustituido a Piqué desde el principio por alguien dispuesto a enfrentarse al gobierno tripartito, en lugar de mantener el perfil bajo a lo largo de buena parte de la legislatura?
La política claramente pro-nacionalista del PSOE no ha tenido su reflejo en una absorción significativa de votos desde los partidos nacionalistas. Salvo el caso del País Vasco, donde el asesinato de Isaías Carrasco parece haber generado un apoyo de última hora en favor del PSE, y salvo un cierto trasvase (menos pronunciado de lo que cabía esperar) desde ERC, motivado por la descomposición de ese partido, los nacionalistas resisten y resisten bien. La política de cesión al nacionalismo no neutraliza a los nacionalistas: los alimenta.
Izquierda Unida, que se ha comportado como una simple sucursal del PSOE, ha acabado cosechando lo que el dimitido Llamazares ha sembrado durante toda la legislatura, y uno de cada tres de sus votantes han preferido votar al original (el PSOE), en lugar de al calco.
ERC, por su parte, que cosechó un aumento significativo de votos en 2004, ha perdido todo aquel apoyo popular, que probablemente sólo se debió a la reacción emocional provocada por el atentado del 11-M. Sus votantes se han dispersado entre PSC, IU, CIU y la abstención.
El partido de Rosa Díez obtiene la inmensa mayoría de sus sufragios entre los votantes del PP. Sin embargo, los resultados en Madrid demuestran que eso no sólo no impide al PP crecer en número de votos, sino que es posible que tenga un efecto de arrastre nada desdeñable que haya contribuido a la propia subida de los populares, al plantear cuestiones que a los votantes del PP les importan y que el PP no se ha atrevido a poner encima de la mesa en toda su crudeza, por miedo a la pérdida del electorado de centro. A la vista de esa irrupción de UPD en el Parlamento y de la paralela subida del PP, no está tan claro que la existencia de dos partidos tenga que ser necesariamente mala: es muy posible que el reparto de papeles (al estilo de lo que PSOE e IU han estado haciendo durante años en la izquierda) sea electoralmente rentable.