EL "PROGRESÍ", NUEVO IDIOMA IMPLANTADO POR EL GOBIERNO

 

Artículo de Ely del Valle en “El Semanal Digital” del 19 de junio de 2008

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

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El término lo ha acuñado Juan José Güemes que ha hecho una demostración del lenguaje que utiliza el Gobierno, ora para ocultar lo que no le gusta, ora para animar las tertulias.

 

Esta lengua, cuya característica principal es la utilización de la perífrasis ad nauseam, consiste según Juan José Güemes, en llamar al trasvase "conducción temporal de aguas entre cuencas", denominar a la crisis "desaceleración puntual de la economía" y calificar de "privatización de la sanidad" al modelo de gestión que se lleva aplicando en algunos hospitales públicos desde hace 30 años.

En el progresí - cuyo origen, por si alguien no lo recuerda, data de cuando Carmen Romero, intentó implantar su famoso "jóvenas" sin éxito- el latín queda reducido a un ratón de dibujos animados y frases como "colgada de la catenaria" o "necesitamos crear tensión" no significan lo que parecen sino todo lo contrario.

La que anda despistada en progresí es la vicepresidenta que ha declarado en elpaís.com que "el ejercicio de unos derechos no pueden nunca vulnerar la libertad de la ciudadanía, de eso se encargará el gobierno como ha hecho hasta ahora" (sic). Toma ya!! No se sabe si le ha traicionado el subconsciente o simplemente ha optado por llamar al pan, pan y al vino, vino, como Solbes, que soltó lo de la crisis en un golpe de desahogo aunque acto seguido se apresuró a decir que había sido un lapsus.

Mientras tanto Zapatero, que no tiene ningún problema para hablar el neoidioma - esperamos impacientes su particular visión de lo que está ocurriendo en Estepona: ¿será un "distraímiento coyuntural de los fondos públicos" u optará por algo más del tipo "puesta en común de información urbanística entre interesados"? - anda ampliando horizontes lingüísticos estudiando inglés para no verse marginado, como ya es habitual, en los corrillos políticos de la CE. El hombre está preocupado porque en las encuestas publicadas por el Herald Tribune y la cadena France 24 sobre la influencia de los líderes europeos en el marco de las relaciones internacionales, su nombre ni aparece.

Las que no hablan progresí, para desgracia de algunos, son las cifras de ventas de coches que en lo que va de mes han caído casi un 40%, mientras que en Francia, que se supone que está igualmente afectada por la crisis del petróleo, aumentan un 7%. Y eso que los fabricantes aseguran que el precio de los automóviles ha descendido tres décimas. A lo mejor es que les hemos pillado el truco, porque tengo la sensación -y reconozco que de coches sé más bien poco- de que últimamente lo que hacen es ofrecer muy baratas las versiones básicas de manera que para tener cosas tan normales como los faros antiniebla, el cierre centralizado o unos cuantos caballos más para no quedarte colgado en las subidas de los puertos hay que retratarse de tal manera que, a la hora de la verdad, el coche sale por el doble.

A lo mejor son sólo figuraciones mías pero si esto es así, significará que el progresí triunfa instalándose definitivamente en el lenguaje publicitario. Qué Dios nos pille confesados.